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Enfocada en éxitos contemporáneos |
El 17 de agosto de 1987 comienza a transmitir La 100. Surgió en la frecuencia 99.9 MHz, en Buenos Aires, bajo el nombre de FM Horizonte
El 17 de agosto de 1987 comenzó sus transmisiones de La 100. Surgió en la frecuencia 99.9 MHz, en Buenos Aires, bajo el nombre de FM Horizonte, con una propuesta musical enfocada en éxitos contemporáneos y un estilo fresco que buscaba captar a un público joven y dinámico.En la década de 1980, la Argentina vivía un período de efervescencia cultural tras el retorno de la democracia en 1983. La apertura política y social impulsó la renovación de los medios de comunicación. La radio, en particular, experimentaba un auge en el dial FM, que ofrecía mejor calidad de sonido frente a la AM. En este escenario, nacieron emisoras que apostaron por formatos innovadores, alejándose de los programas tradicionales. La 100, entonces FM Horizonte, se insertó en este movimiento con una propuesta que combinaba música pop, rock internacional y un tono desenfadado.El proyecto de La 100 fue impulsado por un grupo de empresarios y radiodifusores que vieron una oportunidad en el creciente mercado de la FM. Se buscó crear una emisora que conectara con una audiencia urbana, joven y ávida de entretenimiento. La frecuencia 99.9 MHz, asignada tras un proceso de licitación, permitió establecer la señal en Buenos Aires, una ciudad clave para el alcance nacional. Desde el comienzo, se apostó por una programación que privilegiara los éxitos del momento, con artistas como Madonna, Michael Jackson y bandas de rock argentino en ascenso.
El 17 de agosto de 1987 se encendieron los transmisores en los estudios ubicados en Buenos Aires. La primera canción emitida, aunque no documentada con precisión, se dice que fue una pieza emblemática de la época, marcando el tono de la emisora. Los locutores iniciales, figuras nuevas en el medio, aportaron frescura con un estilo cercano y dinámico. La programación traía bloques musicales interrumpidos por breves segmentos de entretenimiento, noticias y curiosidades, una fórmula que buscaba mantener a la audiencia enganchada.
La elección del nombre “FM Horizonte” reflejaba una visión de modernidad y expansión. Se diseñó un logo simple pero reconocible, acompañado de jingles pegajosos que pronto se grabaron en la memoria del público. Los estudios, equipados con tecnología de punta para la época, permitían una calidad de sonido que destacaba en el dial. La emisora se instaló en un edificio céntrico, desde donde se transmitía una señal que alcanzaba gran parte del Área Metropolitana de Buenos Aires.
En sus primeros meses, se enfrentó al desafío de competir con emisoras consolidadas como Rock & Pop o Radio Mitre en FM. Sin embargo, la propuesta musical, centrada en éxitos internacionales y un toque de rock nacional, comenzó a ganar adeptos. Los programas matutinos y vespertinos, con conductores que mezclaban humor y música, se convirtieron en favoritos de los oyentes. La interacción con el público, a través de llamados telefónicos y concursos, fue otra clave para construir una base fiel de seguidores.
La 100 apostó por una identidad que combinaba lo global con lo local. Mientras sonaban hits de bandas como U2 o The Police, también se daba espacio a artistas argentinos como Soda Stereo o Charly García. Esta mezcla permitió captar a una audiencia diversa, desde adolescentes hasta adultos jóvenes. Los segmentos de entretenimiento, con anécdotas y juegos, reforzaban el vínculo con los oyentes, que encontraban en la emisora un reflejo de la cultura urbana de los ’80.
La tecnología desempeñó un rol crucial en los inicios. La transmisión en estéreo, poco común en muchas emisoras de la época, ofrecía una experiencia auditiva superior. Se invirtió en equipos de grabación y mezcla que garantizaban claridad en la señal, incluso en zonas alejadas del centro porteño. Los técnicos y productores, muchos de ellos jóvenes con formación reciente, aportaron creatividad para experimentar con nuevos formatos radiofónicos.
El impacto inicial de La 100 se consolidó con campañas publicitarias que resaltaban su estilo “diferente”. Se realizaron eventos en vivo, como recitales y promociones en shoppings, para acercar la emisora al público. Estas iniciativas, combinadas con una programación consistente, posicionaron a la radio como una opción moderna frente a la oferta más tradicional del dial. En pocos años, se convirtió en una de las emisoras más escuchadas de Buenos Aires.
Ramírez de Velasco®
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