Qué sucede el día que pierdes el empleo De un día para otro, un tipo con cara compungida te dice que te has quedado sin empleo. El mundo se te viene encima. Los pequeños sueños que tenías se derrumban. Piensas en el estudio de tus hijos, en el respeto de tu mujer , en la cara de los vecinos, en el susto de tus acreedores, en tus ínfimos ahorros. Y en las casi nulas posibilidades de que -a tu edad- te vuelvan a tomar en otro lado. Sabes que mañana tendrás todo el día para vos. Que el domingo que viene caerá en miércoles . Que lo que aprendiste en tu vida, apenas sirve como información para tener en cuenta en otro trabajo. En pocos días sabrás también que esa experiencia que acumulaste en tantos años de juntar antigüedad no es tenida en cuenta en ninguna otra parte. Que en otras empresas la oficina de “Cuentas corrientes”, “Revisión de cálculos” o “Ventas por correo” no tienen razón de ser. Cuando busques trabajo nadie te dirá que no . Con una sonrisa triste te pedirán que vuelvas en uno
Cuaderno de notas de Santiago del Estero