Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Cacuy

MILEI Del cacuy al chotacabras

Reflejo en el agua de la estatua del Cacuy ¿Qué tiene que ver la más conocida de las leyendas santiagueñas con lo que sucede en la Argentina?, la nota se lo dirá Es muy conocida la leyenda santiagueña. Érase un hombre bueno viviendo en medio del monte más cerrado, en compañía de su hermana, mujer malvada que no perdía oportunidad de maltratarlo. Cada vez que él la agasajaba con alguna fruta silvestre, ella se la tiraba por la cabeza. Si le compraba en el pueblo un batón que a él le parecía hermoso, ella lo rechazaba con desprecio. Y de la mañana a la noche lo llenaba de insultos. Quizás la frustración de ser mujer grande, sin marido y viviendo con el hermano, le había amargado el carácter. O eso imagina uno, que no sabe mucho de leyendas. El hombre se cansó del maltrato. Un día la convidó a ir al monte a sacar miel. Llegaron hasta un quebracho alto, donde él le mostró el panal. Ahí se empieza a enredar la historia, porque la miel de lechiguana no se saca arrimándose a las abejas, sino ...

LEYENDA El Cacuy y el incesto

Obreros municipales lavan la estatua del Cacuy Los adoradores de lo políticamente correcto lanzaron a correr una teoría que no se sostiene en la realidad, pero insistirán hasta imponerla No hubo una sola civilización sobre la faz de la Tierra cuya gente practicara el incesto. Fue solamente una experiencia quizás de las clases altas —y degeneradas— que ejercieron el poder en algunos imperios grandes o pequeños. El hombre común jamás pensó en acostarse con la hermana, con la madre, con la hija, así fuera la última mujer que quedase viva en el mundo. La mujer tampoco. Sin embargo, los adoradores de lo políticamente correcto, del socialismo a la violeta, del colectivismo de “lo mío es mío y lo tuyo también es mío”, atribuye a los sacerdotes católicos haber ideado la leyenda del Cacuy, para desalentar esa costumbre bárbara que supuestamente practicaban los indios de Santiago. Con tal de explicarse de manera más o menos racional una inocente leyenda, son capaces de torcer su propia ideología...

LEYENDA La otra versión del hermano Cacuy

Kakuy ecuyere Hay una historia sobre la fábula más extendida en Santiago, que interpela la conciencia de cada uno en vez de quedarse en el folklore Hay otra versión de la famosa y emblemática leyenda del Cacuy, tal vez la más santiagueña de todas las que circulan por esta ciudad y sus alrededores. Ahí va, por las dudas no la haya oído nunca. El quinto día la Creación del Mundo, según el Génesis, Dios dijo: "Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo". Pero no fue en un abrir y cerrar de ojos, sino que se tomó su tiempo para cada ave, poniéndole cada pluma, cada pico, cada patita, en su exacto lugar. A todas les dio su característica especial, el suri es corredor, el cuervo come osamentas, el picaflor quiebra las siestas buscando dulzores en las flores. Y el Cacuy sería para siempre un pájaro misterioso habitando lo más profundo del bosque. De noche lanzaría su canto, sólo para recordar a los vec...

LEYENDA Nacimiento del chipaco

Con chicharrón mal molido Cómo fue que se creó uno de los más ricos panes de Santiago del Estero La hermana se bajó del quebracho altísimo que había trepado, lastimada, con varios magullones justo en el centro del rencor herido, golpeada en el alma por la acción del hermano. “Si no le gustaba cómo lo trataba, tendría que haberme avisado”, se quejaba. Como justificación afirmaba: “Yo actuaba de forma un poco brusca porque se me hacía que así se tratan los varones, pero nunca fui perversa con él, como cuentan”. Un blandito, un nene de mamá, una mantequita había sabido ser el hombre. Para peor, un día se enteró de que le había fabricado una leyenda que la dejaba como una mujer cruel y despiadada, que nunca lo esperaba con la comida, le mezquinaba un lugar para vivir, lo rigoreaba a cada rato, aprovechando que era varón le pegaba y un montón de mentiras más. Después de esa vez, se vino a casa de unos parientes que vivían aquí en la ciudad. La trataron bien y al tiempo se casó con un muchac...