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Mostrando las entradas etiquetadas como Panchúquer

CHICAS El duende del panchúquer

Panchúquer Qué pasa con las jóvenes del campo cuando llegan a la ciudad, por qué acostumbran tan fácil al tentempié norteño Apenas llegan a la ciudad, las chicas del campo se dan al dulce trabajo de saborear panchúquer cada vez que van al centro, qué sabrá ser. No miran vidrieras, no se asombran por la altura de los edificios ni por las luces de los comercios ni por la cantidad de gente que transita las calles ni por las plazas ni por los templos, sólo quieren comer panchúquer. Tal vez sea porque vienen de pagos en los que cada acción provoca una reacción igual, pero de sentido contrario: para comer cualquier cosa en su pago, perdido en el bosque santiagueño o, en una de esas, rodeado de enormes fincas sembrando glifosato en el cielo límpido, cada comida debe ser preparada por alguien. Pedir una comida de carne, huevos, una pizca de leche y harina y no tener que cocinarla les parece una maravilla de la modernidad. Quizás recién entonces se creen habitantes del siglo XXI cuando lo consu...

DIARIO Algo más de nivel

Un chico argentino Un fracaso es lo único que se necesita para seguir pensando como siempre y no cambiar de punto de vista Fue una inda entrevista, dijo que vendía los pasajes, se agarraba de un barrote y la hacía girar, porque el motorcito no daba como para que arranque sola. Los chicos trataban de engañarlo, siempre querían dar una vuelta más sin pagar para montar el caballo blanco o el Pluto gigante. El los dejaba colar, porque así conseguía más clientes para la calesita del baldío de La Banda, o sería Clodomira, son tantos años que ya no me acuerdo bien. A veces no basta con hacer bien el trabajo, también hay que quedar bien con los jefes, interpretar qué quieren y qué les están pidiendo, a su vez, desde más arriba, a ellos también. Los buenos empleados a veces son los que hacen medianamente bien su trabajo, pero en ocasiones son los que mejor interpretan ese viento que viene de más arriba, e intentan ir hacia el mismo lado, para no andar despeinados por la vida. Me llevó media tar...