Sería ideal que los perros levantaran su propia mierda A mediados de agosto las flores lilas de los lapachos hacen un techo para los viandantes, pero… Vivo en la que dicen que es una de las calles más bonitas de Santiago del Estero, la Urquiza. Sombreada por lapachos, a mediados de agosto dibuja en el Cielo una fiesta de color lila y regala a sus viandantes la vista de casas con frentes prolijos y edificios nuevos y vistosos. Sus veredas son recorridas por gente de toda clase, desde los que dejan sus autos en el parque para ir al centro, hasta los que se bajan del ómnibus en la Roca, pasando por las amas de casa del barrio, sus comerciantes y proveedores, en fin. También la caminan los paseadores de perros, dejando el rastro de su paso por las veredas, es decir, la mierda de los animales que llevan, por todas partes. Si usted vive en la Urquiza o pasa por ahí todos los días, al menos una vez al mes se hallará con la hedionda sorpresa de haber pisado el aca de la mascota de un vecino de
Cuaderno de notas de Santiago del Estero