Carros cañeros en Tucumán “El payador perseguido”, la “De Simoca” y “El Corralero”, impugnados por errores formales que trascienden las metáforas Hay casos en que las letras del folklore le erran. No son metáforas felices, no son figuras retóricas, son cosas que dice alguien que ignora las reglas básicas de la vida, la lógica, la física y hasta la química, si me apuran un poco. No es por tirarme de qué, pero hallé tres casos patentes de errores en lo que dicen los folkloristas, que bien dan para una nota. Que es la que sigue: Dice Atahualpa: “Yo sé que muchos dirán // que peco de atrevimiento, // si largo mi pensamiento // pal rumbo que ya elegí, // pero siempre he sido así // galopiador contra el viento.” La primera vez que oí el Payador Perseguido, tendría ocho o nueve años. Y eso del “galopiador contra el viento”, nunca me gustó, qué quiere que le diga. ¿Qué significa el vate con esas palabras?, ¿que tenía pensamientos distintos del resto?, ¿que nadaba contra la corriente? Bueno, si
Cuaderno de notas de Santiago del Estero