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Mostrando las entradas etiquetadas como Otra

EXCLUSIVO Kali, el que faltaba hablar

Kali Carabajal La voz que faltaba para completar la historia de los Carabajal dijo su verdad en una entrevista que brindó al corresponsal en Mar del Plata Alfredo Peláez, Fredy En el periodismo aprendí a moverme con cautela. A no ir más allá de lo que la circunstancia merece, y no pasar jamás sobre los otros. Nobleza obliga. No podía darle voz al querido amigo Musha y silenciar al otro querido hermano de la vida, Kali, el eterno Carabajal, como alguna vez supe bautizarlo. es el más antiguo del grupo, de la época del mítico Agustín, el fundador. Ya estaba en el baile y no quedaba otra que bailar. Con más dudas que certezas lo llamé a Kali. Al teléfono me respondió: —Hola hermano querido. A vos no te puedo mentir. Musha, mi querido hermano, no se portó bien con el grupo. Mas que Mario, su esposa Miriam. Después de actuar en Cosquín, fuimos a Recreo, Musha ya estaba enfermo y no viajó. Al retornar le dimos su parte. Como correspondía. Como por su enfermedad no podía hablar, nos comunicamo...

COSMOVISIÓN Enormidades que duelen

Mapa de la Argentina en 1867 Si llega hasta el final de este artículo, leyéndolo despacito, quizás halle una clave para entender la realidad Imagine que Uno se despierta a las 3 de la mañana y va a hacer aguas al baño. En eso se acuerda de que todos los días los hijos del vecino le ensucian su jardín con basura que arrojan por sobre la tapia. Entonces sale al patio y les grita: “Che estúpidos, dejen de tirar porquerías porque los voy a denunciar, pedazos de semerendos hijos de mil”. Si le pregunto, doña, qué le parece, dirá que quizás Uno tenga razón de estar enojado, furioso, pero no es la forma, porque los otros vecinos no tienen por qué desvelarse por culpa de esa rabieta. Además, debería meterse con el vecino directamente, no con los hijos. Y, por otra parte, si le parece mal lo que hacen, que vaya y los denuncie, en vez de andar gritando a incontinentes horas de la noche. No es lo que se espera de un vecino, que al menos debe conservar la apariencia de ser respetable. Es decir, su...

CUENTO No sos vos, soy yo

Solitario Qué pasa cuando uno advierte que le están por dar el adiós en una relación: sabe lo que viene y de alguna manera se aferra, aunque sea a un leve desquite anticipado Me citó en un barcito a la vuelta de su casa y me sonó raro. “Venite a casa, conversamos tranquilos, no hay nadie y capaz que pasa otra cosa”, le respondí. Me paró en seco: “En el barcito a la vuelta de casa”. No insistí, aunque algo me hizo ruido en el fondo del corazón. Recordaba ese mismo tonito de un amor anterior que, después de anunciarme que lo nuestro no iba más porque no teníamos futuro, me dijo las fatídicas palabras: “Necesito un tiempo para estar sola”, “no sos vos, soy yo”, “quiero estar segura”, “ya vas a encontrar a otra que te merezca más que yo”, “me vas a olvidar rápido”. Esta vez iba a ir preparado, no me hallaría sin perros. A veces creo que las mujeres toman la decisión de dejarnos con mucha anticipación. Algunas no todas, un día cualquiera de un año antes de dar un cierre definitivo a la rela...