Dios creando peces y aves Un viaje entre la memoria corta de los peces y nuestra vida encerrada en costumbres, rutinas y límites que apenas alcanzamos a percibir Tengo temas como para tirar para arriba, uf. ¿Sabía que los pececitos tienen una memoria de tres segundos? Imagine usted que está toda la vida nadando en una pecera. Para un pez habituado al ancho mar, a los ríos, a los lagos, debe ser una nada. Pero, como tienen una memoria cortita, no sienten el encierro: se conforman con su ínfimo mundo. Por otra parte, están presos desde hace mil generaciones; no conocen otro infinito más que el de dar vueltas con la obligación de no cansarse. Y, al final, si no son desmemoriados, ya se han acostumbrado. Y, como no saben que otra vida es posible, capaz que les parece una situación normal. Quizás lo de los tres segundos es un invento de los que andamos fuera de la pecera para no sentirnos mal por tenerlos encerrados. Si vamos al caso, lo mismo podríamos decir de los tigres o de los leones d...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero