Belgrano en el centro de la plaza Libertad |
El 5 de agosto de 1912, en la Plaza Libertad comienza la demolición de la pirámide para dar paso a un monumento en honor a Manuel Belgrano
El 5 de agosto de 1912, en la Plaza Libertad de Santiago comenzó la demolición de la pirámide que había en su centro para dar paso a la construcción de un monumento en honor a Manuel Belgrano, creador de la bandera argentina. Este acto marcó un hito en la renovación urbana de la ciudad, reflejando el fervor patriótico del Centenario de la Independencia.La Plaza Libertad, corazón de Santiago del Estero, albergaba una pirámide que servía como hito cívico y simbólico. Construida en el siglo XVIII, esta estructura, de diseño simple, era un punto de referencia en la ciudad, pero para 1912 se consideraba obsoleta frente a las aspiraciones de modernización impulsadas por las celebraciones del Centenario.La decisión de demoler la pirámide se tomó en el marco de los festejos por el centenario de la Revolución de Mayo (1810-1910). Las autoridades provinciales y municipales buscaron rendir homenaje a Manuel Belgrano, figura clave de la independencia, con un monumento que reflejara los ideales patrióticos de la época. La iniciativa fue respaldada por la comunidad.
La pirámide, hecha de adobe y materiales tradicionales, fue desmantelada cuidadosamente para evitar daños a la plaza. El acontecimiento a vecinos y autoridades, que vieron en la remoción un símbolo de progreso y renovación urbana.
El monumento a Belgrano, diseñado para reemplazar la pirámide, fue concebido como una obra de mayor envergadura. La estatua, financiada con aportes públicos y donaciones, buscaba destacar la contribución de Belgrano, que había visitado Santiago del Estero varias veces. La elección del sitio reforzó la importancia de la Plaza Libertad como espacio cívico.
La construcción del nuevo monumento se completó en los meses siguientes. La estatua, inaugurada oficialmente en 1913, representó a Belgrano, símbolo de unidad nacional. La obra se convirtió en un ícono de la ciudad, atrayendo visitantes y actos patrióticos.
El proyecto se enmarcó en un movimiento nacional de monumentalización. En 1912, la Argentina vivía un auge de iniciativas para erigir estatuas y plazas en honor a los próceres, especialmente tras el Centenario. Santiago del Estero, como “Madre de Ciudades”, buscó alinearse con esta tendencia, modernizando su paisaje urbano.
La demolición de la pirámide no estuvo exenta de nostalgia. Algunos vecinos tradicionalistas lamentaron la pérdida del antiguo hito. Sin embargo, el entusiasmo por el nuevo monumento prevaleció, consolidando la Plaza Libertad como un espacio de memoria histórica y orgullo local.
La iniciativa reflejó la importancia de Belgrano en la identidad argentina. Su paso por Santiago del Estero justificó la elección del prócer para el nuevo monumento. La obra permanece hasta hoy como un emblema de la ciudad.
El 5 de agosto de 1912 hubo un cambio en Santiago. La construcción del monumento a Belgrano simbolizó el compromiso de la ciudad con los ideales patrióticos y la modernización, honrando a un héroe de la independencia en un espacio central de la capital provincial.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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