Ir al contenido principal

LEYENDA El ataja-camino

Velay el bicho

También le dicen, yanarcaj, yañarcaj o yanarca

Hace muchos años yo era un pájaro con un plumaje muy vistoso, amarillo, colorado, azul, verde, rosado, uno de los más bonitos del bosque. Todos me querían y me consideraban, porque además era el más simpático. Tenía un sólo defecto: era dormilón, me gustaba mucho dormir, pero mucho-muuucho.
Una vez que estaba durmiendo, me vinieron a despertar porque había venido una persona muy importante a visitar el bosque. Un hombre, diz que era San Pedro, andaba conociendo Santiago. Los pájaros lo atendían con lo mejor que tenían. Las rubialas le cocinaban, los cardenales le hacían de guías, los churris le llevaban leñita para que tuviera fuego, las charatas le barrían la casa, las chuñas le tendían el catre y así todos.
A mí me dieron la tarea de despertarlo al día siguiente, porque tenía que seguir viaje para el norte.
—Después de hacerlo levantar a él, llamame a mí, así le hago el desayuno— me pidió una catita.
Pero me dormí.
Cuando me desperté, el hombre se había ido y la catita lloraba porque no le había preparado el matecocido. Hubo una reunión especial con todos los pájaros para ver qué se hacía conmigo.
Cuando decidieron sacarme el plumaje multicolor no me importó mucho, porque, total, para qué lo quería, si nunca había sido un pájaro vanidoso. Pero también me condenaron a descansar en los caminos, cosa que no durmiera una sola noche sin despertarme a cada rato con el paso de los viajeros. Ahora tengo el sueño livianito, cuando siento que viene gente, un sulky o un auto, pego un salto asustado y abro grande los ojos.
Algunos me nombran como yañarcaj, otros me dicen yanarcaj, ñanarcaj, o directamente yanarca y no faltan lo que me describen como el ataja-caminos.
Malhaya con mi triste historia.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. 👏👏👏 muy linda historia del ataja caminos!! ( yanarca le decia mi padre)

    ResponderEliminar
  2. Te conozco, don yansrcaj, pero NO conocía tu HISTORIA...

    ResponderEliminar
  3. Lo conoso no sabía la historia porque le dicen ñanarcaj

    ResponderEliminar
  4. Acabo de leer tu historia me gustó mucho yo te conosco como el ataja camino

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.