Elvio Aroldo Ávila |
En memoria de un hombre dedicado a la docencia, la política y la familia, con pasión militante y amor por la patria
Por Alfredo Peláez
Era el terror de la vieja redacción de El Liberal, integrada casi en su mayoría por maestros de escuelas. También había audaces solo con estudios primarios. Elvio Aroldo Ávila, hombre serio, con cara de pocos amigos, se presentaba dos o tres veces a la semana, con unos diarios, una lapicera roja en la mano, y como un maestro de grado en su clase, se paraba en el centro de la redacción y preguntaba: "Quien escribió esto". Identificado el escriba, remataba: "Esta mal...muy mal". Y atacaba los sustantivos, adjetivos, acentos, cacofonía, errores ortográficos. Andá a llevarle la contra. No era empleado. Amigo de la casa que llevaba el magisterio en la sangre.Nació en La Banda, Santiago del Estero, el 3 de octubre de 1923. Se recibió de maestro normal nacional en la escuela normal de profesores “Manuel Belgrano” de la capital de Santiago, en 1942. Años después, viviendo ya en Catamarca y habiendo formado su familia, cursó el profesorado de Castellano, Literatura y Latín en el Instituto Nacional del Profesorado Superior de esa provincia, del que egresó con el promedio más alto de su promoción.Ejerció el periodismo en diarios de Santiago y Catamarca. También militó intensamente en el peronismo de lucha, fundando y dirigiendo periódicos combativos, como “El Soberano”, en 1957; “Lealtad”, a comienzos de 1958; y “Voz Peronista”, en 1958 y 1959, todos en Catamarca, en donde Ávila fue jefe de la Resistencia Peronista, que allí se conocía con el nombre de “Los aviones negros”.Tras vivir más de doce años en Catamarca, a mediados de 1960 regresó a su provincia natal, y en Santiago del Estero participó activamente en la lucha gremial de la docencia. Dirigió el Círculo de Profesores Diplomados y después fundó la Asociación Santiagueña de Profesores, que dirigió ininterrumpidamente durante varios períodos, habiendo presidido, además, en numerosas oportunidades, la Intersindical Docente.
Ejerció la docencia en escuelas de enseñanza media Santiago del Estero y La Banda, y pronunció numerosas charlas y conferencias.
A fines de 1963 integró el Triunvirato Reorganizador del Partido Justicialista de Santiago del Estero, en representación de la rama política y presidió después la Comisión Pro Retorno del general Juan Domingo Perón.
A mediados de octubre de 1975, volvió transitoriamente a Catamarca, para ocupar la Secretaría Política de la Gobernación y cinco meses después, el 24 de marzo de 1976, al caer el peronismo, fue detenido y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Primero, permaneció detenido en la cárcel de Catamarca y, después, fue llevado al penal de Sierra Chica —por espacio de dos años —sin que se le hubiera iniciado causa alguna, víctima de la arbitrariedad del régimen militar que azotó al país hasta fines de 1983.
Ya en libertad y reintegrado a la cátedra, como una contribución al Movimiento Nacional y Popular, fue premiado por la fundación Matera en un concurso nacional realizado con motivo del centenario de la aparición de la segunda parte del “Martín Fierro”, de José Hernández.
El profesor Ávila había fundado en Santiago, en 1962, juntamente con otros lingüistas de la provincia, el Instituto Santiagueño de Investigaciones Lingüísticas. a comienzos de 1964, el Consejo de Reafirmación Argentinista de Santiago del Estero, que también fundara en Catamarca a comienzos de 1972. En diciembre de 1980 propició la segunda fundación del Consejo de Reafirmación Argentinista de Santiago del Estero, que cumplió una intensa y fructífera actividad comunitaria, tanto en lo cultural y docente, como en lo social, político y económico.
Desde 1981 fue vicepresidente de la Asociación Argentina de Oratoria y participó como orador en varios de sus congresos.
En noviembre de 1987, juntamente con otros patrióticos militantes, constituyó el Movimiento de Recuperación de la Patria, conducido por una Junta de Acción Patriótica, cuya presidencia ocupó.
El 7 de mayo de 1988, durante un plenario de dirigentes de las provincias argentinas, se constituyó el Córdoba el Movimiento Nacional de la Militancia Peronista, dirigido por una Junta Nacional de Conducción integrada por cinco miembros, en representación de las distintas regiones. Ávila fue designado en representación del norte del país.
En septiembre de 1991, la dirección de Cultura de la Municipalidad de La Banda otorgó al profesor Ávila el premio “Homero Manzi”, por su producción literaria, plasmada en varios libros.
La familia, la política, la lingüística fueron objeto de su apasionada acción.
El 15 de octubre de 1994 murió en Santiago del Estero. Era tío del folklorista Eduardo Ávila y padre de Hebe Luz Ávila, docente, doctora en letras, investigadora y prestigiosa escritora de la provincia.
©Del autor y Ramírez de Velasco
Reconocido dirigentes al que en distintos conciliabulos de café siempre se lo nombraba. Aquí en Termas lo recordaba siempre otro dirigentes que en el 76 se tuvo que radicar en Salta porque asfixiaron tanto en aquellas noches a oscuras en un lugar alto a escuchar audios sobre el regreso de Perón con la Agrupación Luche y Vuelve. Merecido homenaje al Prof. Avila y a su familia que llegué a conocer
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