La vía láctea a simple vista |
Por *Juan Manuel Aragón (padre)
Vía Láctea. Faja de luz blanca y difusa que cruza de norte a sur la bóveda celeste en un ángulo de 60º con la eclíptica. Atraviesa las constelaciones de Casiopea, Perseo, Auriga, Toro, Orión, Gemelos, Unicornio, Can Mayor, Popa, Brújula, Velas, Quilla, Centauro, Cruz del Sur, Triángulo Austral, Lobo, Escuadra, Altar, Escorpión, Sagitario, Escudo, Águila, Ofiuco, Hércules, Zorra, León, Cisne, Lagarto y Cefeo. Su mayor brillo se encuentra entre el Escorpión y el Cisne, y el menor en el Unicornio. Su mayor ancho se halla entre el Escorpión y el Sagitario y el menor en la Cruz del Sur. Desde el Centauro hasta el Cisne aparece dividida en dos ramas. Aunque ya Demócrito había supuesto que estuviera constituida por innumerables estrellas, recién se lo comprobó al aparecer el telescopio. La Vía Láctea es la galaxia a la que pertenece el sistema solar. Tiene la forma de un disco de unos cien mil años luz de diámetro y unos cuatro mil de espesor en su engrosamiento central; el Sol se encuentra a unos treinta mil años luz del centro, y aquí el espesor de la galaxia es de unos mil a dos mil años luz. En el núcleo, hacia el Sagitario, es mayor la densidad estelar y la proporción de estrellas gigantes, predominando las enanas en la periferia. Su forma irregular, sus ramificaciones y regiones obscuras (como el Saco de Carbón) se deben a la presencia de nubes de gas y polvo, que son también las que obscurecen el intenso brillo que se le supone a su núcleo. La Vía Láctea es una galaxia de tipo espiral con dos brazos que dan casi dos vueltas completas; nosotros nos encontramos en el borde interior de la cuarta espira. El plano del ecuador galáctico está ocupado por una región de materia obscura, y en sus inmediaciones hay mayor concentración de estrellas de las clases B y A, estrellas de Wolf-Rayet, variables cefeidas y variables eclipsantes. Se supone que la Vía Láctea tiene un movimiento rotatorio, y el Sol, a unos 250 kilómetros por segundo, completará una vuelta alrededor del núcleo en unos 230 millones de años.Su nombre, por su aspecto lechoso, concuerda con su nombre griego, galax, leche. Antiguamente se fantaseaba con que era leche derramada por Juno dándole de mamar a Hércules.* Tomado de su diccionario de astronomía —inédito —“Ad sidera visu”, que la Universidad Nacional de Santiago del Estero no quiso publicar.
Ramírez de Velasco®
Comentarios
Publicar un comentario