Ir al contenido principal

1914 CALENDARIO NACIONAL Armando Bó

Armando Bó e Isabel Sarli

El 3 de mayo de 1914 nace Armando Bó, actor, productor y director de cine, famoso por las películas que hizo con Isabel Sarli


El 3 de mayo de 1914 nació Armando Bó, en Buenos Aires. Fue un director de cine, actor y productor Se lo conoce por las películas eróticas que realizó protagonizadas por Isabel Sarli, “Coca”.
Los desnudos del film El trueno entre las hojas, de 1957, son los primeros de su tipo en el cine argentino. También se destacó como productor y actor, sobre todo en la película Pelota de trapo, dirigida por Leopoldo Torres Ríos y tenida como uno de los hitos del cine nacional. Fue padre del actor y productor de cine Víctor Bó, y abuelo del director y guionista Armando Bó Jr.
Antes de hacerse cineasta, jugó al básquetbol de manera competitiva en ligas amateurs y profesionales, y continuó jugando mientras era actor, durante los primeros años de carrera.
Aprendió a jugar al básquetbol en el Sporting Club de Villa Ortúzar,​ y se destacó durante su juventud como jugador en el club San Lorenzo de Almagro.​ Jugó profesionalmente en Brasil para el Fluminense y el Tabajaras.​
Se inició en el cine como actor y productor, cercano al director Leopoldo Torres Ríos y al cine orientado a los temas del fútbol. En sociedad con Elías Hadad, en 1948, fundaron la Sociedad Independiente Filmadora Argentina, destinando todo el capital de ambos, unos 40.000 pesos.
Hicieron varias películas con esa productora, como Pelota de trapo, dirigida por Leopoldo Torres Ríos, sobre un argumento del periodista deportivo Borocotó,​ y protagonizada por él mismo, Semillita, el niño Toscanito (que se hizo famoso en esa película), y varios de los jugadores y personalidades más destacadas del fútbol argentino.
La película fue un éxito y es una de las más importantes de la historia del cine nacional, modelo del neorrealismo de posguerra en Hispanoamérica, y ejemplo del trabajo en cine con niños. Luego hizo muchas películas, casi todas con Isabel Sarli como protagonista.
A partir de 1957, separado de Elías Hadad, en El trueno entre las hojas, sobre un libro del paraguayo Augusto Roa Bastos, comenzó con Isabel Sarli en la línea del cine erótico-popular, con dramas y comedias, y se volvió un paradigma iberoamericano del género.
Gracias a sus películas con Isabel Sarli, alcanzó el éxito en la Argentina e Hispanoamérica, y tuvo una considerable difusión en los Estados Unidos y Europa, además de cosechar fanatismo en otros cineastas, como el director norteamericano John Waters.​
Sus películas eróticas, le valieron conflictos con los sistemas de censura de los gobiernos argentinos cuando se estrenaban. Entre 1957 y 1981, junto a Isabel Sarli filmó veintidós películas.
Se casó María Teresa, Machinandiarena con quien tuvo a su hijo Víctor y dos hijas, María Jesús y María Inés. De todas maneras, vivió una relación extramatrimonial durante 25 años con su “musa” Isabel Sarli.
Murió en Buenos Aires el 8 de octubre de 1981.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.