Asuntos cotidianos Van 12 narraciones escritas hace mucho y publicadas en otra parte, para matizar un verano que viene caluroso allegro ma non troppo La raspa La tarde anterior, nos pedía que le juntáramos palitos secos, leñita, y que la apiláramos al lado de aquella hornalla que había mandado a hacer el abuelo en el patio, debajo de un gran olivo, de unos tarcos y una planta de granada. A la siesta, ese impreciso territorio, entre esa hornalla, la soga de tender la ropa y un gallinero viejo, era de los chicos, que jugábamos a los soldaditos o leíamos la revista D’Artagnán, Julio Verne o Emilio Salgari. A la mañana se levantaba temprano y hacía que uno de nosotros le llevara la leche, el azúcar y la paila de bronce que mi abuela o tal vez mi bisabuela o la madre la bisabuela había comprado a los gitanos. La recuerdo con un batón celeste y sus alpargatas blancas, toda la santa mañana, revolviendo, prohibiendo que nos acercáramos mucho porque, ya se sabe, si se lo desea mucho, se corta.
Cuaderno de notas de Santiago del Estero