El recuerdo de un amigo Anoche me topé, dormido, con el amigo Chito Martínez, exiliado en el Cielo me sigue recordando asuntos viejos y no tanto Debe ser porque ayer fue el día del periodista y todo el día anduve pensando en este puto oficio de mercachifles de verdades a medias, no sé, la cuestión es que anoche, en un sueño me visitó Chito Martínez. Por ratos estábamos frente a su negocio, en la España o nos íbamos a la plaza Belgrano o volvíamos al Veredón, nos acordábamos de aquella bellísima fotografía del campanario de Santiago Apóstol, que le tacharon en el Nuevo Diario, porque creían que no era representativa de La Banda. Después nos reíamos porque, ¡amigo!, si esa foto no encarnaba a los bandeños, entonces qué los iba a mostrar mejor. La pusimos en la página 2, abajo, en blanco y negro. En el periodismo, como en muchas actividades, el que sabe, sabe y el que no sabe es el sobrino del dueño, el que les fumó un fangote y si te he visto no me acuerdo. Estaba bien Chito, rozagante,
Cuaderno de notas de Santiago del Estero