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1993 ALMANAQUE MUNDIAL ACUCHILLADA

Acuchillada

El 30 de abril de 1993, la tenista Mónica Seles, es acuchillada en pleno partido en Hamburgo, cuando enfrentaba a Magdalena Maleeva

El 30 de abril de 1993, la tenista Mónica Seles, fue atacada de una cuchillada en pleno partido en Hamburgo, mientras enfrentaba a la búlgara Magdalena Maleeva.
Fue durante un partido de cuartos de final del torneo Citizen Cup en Hamburgo, Alemania, y el ataque conmovió al mundo del deporte.
La joven yugoslava, de 19 años, enfrentaba a la búlgara Magdalena Maleeva en la cancha de arcilla del Rothenbaum Tennis Club. Seles dominaba el encuentro con un marcador de 6-4 y 4-3 en el segundo set, cuando, durante un cambio de lado, Günter Parche, un alemán de 38 años desempleado y fanático obsesivo de Steffi Graf, se acercó a ella desde las gradas y la apuñaló en la espalda con un cuchillo de deshuesar de 23 centímetros.
El arma penetró aproximadamente 1,5 centímetros entre los omóplatos de Seles, causándole una herida que, aunque no puso en riesgo su vida, dejó secuelas físicas y psicológicas profundas.
El incidente ocurrió alrededor de las 7 menos 10 de la tarde horas, frente a unos 6.000 espectadores. Parche, antiguo operario de tornos con una personalidad descrita como perturbada, actuó con la intención de lesionar a Seles para que Graf, su ídolo, pudiera recuperar el primer puesto del ranking mundial, que Seles le había arrebatado en 1991.
En el momento del ataque, Seles estaba sentada en su banco, bebiendo agua, cuando sintió un dolor agudo. Tras un grito, se desplomó en la cancha, mientras el agresor era reducido por personal de seguridad y asistentes.
Fue trasladada de inmediato al hospital, donde se confirmó que la cuchillada no había dañado órganos vitales ni la médula espinal, aunque requirió atención médica y varias semanas de recuperación física.
Seles, nacida en Novi Sad, entonces parte de Yugoeslavia, era una estrella en ascenso. Con solo 16 años había ganado Roland Garros en 1990, convirtiéndose en la campeona más joven de ese torneo, y para 1993 acumulaba ocho títulos de Grand Slam. Su rivalidad con Graf, una de las mejores tenistas de la historia, era uno de los pilares del tenis femenino.
Parche, que había planeado el ataque durante días, confesó que su objetivo no era matar a Seles, sino incapacitarla temporalmente. Sin embargo, el impacto del atentado fue mucho mayor de lo que él pudo prever.
El proceso judicial contra Parche se resolvió en octubre de 1993. El tribunal de Hamburgo lo condenó por lesiones corporales graves, pero le otorgó una sentencia de dos años en suspenso, evitando la prisión. Esta decisión generó indignación en Seles y en la comunidad tenística, que consideraron el fallo demasiado indulgente.
La tenista no volvió a competir hasta agosto de 1995, tras más de dos años de ausencia. Aunque ganó el Abierto de Australia en 1996, su noveno y último Grand Slam, nunca recuperó la consistencia ni el dominio previos al ataque, afectada por el trauma psicológico, que incluyó depresión y trastornos alimentarios.
El torneo de Hamburgo continuó tras el incidente, con Arantxa Sánchez Vicario venciendo a Graf en la final. El ataque marcó un antes y un después en la seguridad de los partidos y dejó una pregunta sin respuesta: ¿hasta dónde habría llegado Seles sin esa interrupción en su carrera?
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

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