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El casamiento

Imagen de ilustración nomás

Tomado del libro inédito "Folklore santiagueño", con coplas recopiladas por Julián Cáceres Freyre y ordenadas por Juan Manuel Aragón (mi tata)


Don Alejandrino Jerez, de 71 años, de San Isidro, departamento Avellaneda, cuenta que él era muy buscado cuando había novios para que les grite los vivas. Con otros vecinos, montados y llevando un trapo blanco como bandera, a un kilómetro de la casa esperaban que los novios llegaran de la iglesia, a veces lejana. Venía la pareja con sus padrinos y parientes, montados o en coches, y entonces los vivadores hacían rayar sus caballos, daban vivas y anunciaban en las casas que se acercaban los novios.
Luego de apearse don Alejandrino, con guitarra, les cantaba esta canción:
Perdón pido a los oyentes
si interrumpo la alegría,
a pesar que no sería
este canto inutilmente,
pues veo que honradamente
celebran el casamiento
tomo parte en el contento
con una honrada victoria:
felicito a novio y novia
en este feliz momento.

El señor novio y la novia
-yo pido al poder divino
ya que ha sido su destino-
vivan con placer y gloria.
Retengan en la memoria
el más sagrado deber
para que lleguen a ser
el hombre esposo y padre,
la mujer esposa y madre.
¡Dios les ha dado el poder!

Las felicito a las madres,
que gocen del regocijo
de estos dos queridos hijos
que ya pronto serán padres,
y que el amor los consagre
con un corazón vehemente.
Quiero brindar igualmente,
con la voluntad más fina,
al padrino y la madrina
y a los queridos parientes.

Lindo señor el padrino;
bella, hermosa, la madrina.
Es la estrella que ilumina
al pueblo noble argentino.
Yo ruego al poder divino
que guarde en tanta hermosura,
en esta dicha futura,
a tan hermosa deidad:
les deseo la lealtad
y la felicidad más pura.

En las redes del amor
se encuentran hoy por su gusto.
Esta es la edad en flor.
De los dos el resplandor
iluminará el camino.
Ya que les marcó el destino
el ser fieles compañeros,
¡que vivan un siglo entero
con amor, dicha y cariño!
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. No la conocía!! Una joyita digna de ser rescatada por la tradición escrita - como lo presente - y por los" juglares" modernos

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