Extendido. Mañana, miércoles, la temperatura máxima llegará a 40 grados, pero una lluvia a la tarde hará que baje el calor y el jueves estará fresco. Ahora, no hay que ilusionarse porque tampoco lloverá a cántaros, según las previsiones de los pronosticadores. Será algo módico nomás, como en los últimos tiempos.
Horarios del sol y de la luna. El observatorio astronómico del Servicio de Hidrografía Naval de la Nación, informó que hoy, 15 de febrero del 2022, en Santiago del Estero, el crepúsculo matutino será a las 6 y 35, el sol aparecerá a las 7 en punto, se pondrá a las 8 y 1 y el crepúsculo de la tarde será a las 8 y 26. La luna, en cuarto creciente, aparecerá a las 8 menos 12 de la tarde y se pondrá mañana a las 6 menos 14 de la madrugada.
Ciencia. Los simpáticos koalas ya están clasificados como una especie en peligro de extinción en Australia. Su casi desaparición se debe a la degradación y pérdida del hábitat, a los efectos del cambio del clima climático y a enfermedades han llevaron a una disminución alarmante de individuos de esta especie.
Adenda. El hacha fue, durante varios decenios, la compañera inseparable de los trabajadores santiagueños. La mejor, según muchos, era la “Mano”, número 4, pues era ideal para tumbar quebrachos y desbastarlos hasta convertirlos en postes o durmientes para el ferrocarril. Trabajo odiado por señoritos de la ciudad, que ahora no deben enojarse más con ella, porque ya no se la usa. Los hacheros se vinieron a vivir a la civilización y engrosan las filas de los desocupados.
©Juan Manuel Aragón
Ciencia. Los simpáticos koalas ya están clasificados como una especie en peligro de extinción en Australia. Su casi desaparición se debe a la degradación y pérdida del hábitat, a los efectos del cambio del clima climático y a enfermedades han llevaron a una disminución alarmante de individuos de esta especie.
Adenda. El hacha fue, durante varios decenios, la compañera inseparable de los trabajadores santiagueños. La mejor, según muchos, era la “Mano”, número 4, pues era ideal para tumbar quebrachos y desbastarlos hasta convertirlos en postes o durmientes para el ferrocarril. Trabajo odiado por señoritos de la ciudad, que ahora no deben enojarse más con ella, porque ya no se la usa. Los hacheros se vinieron a vivir a la civilización y engrosan las filas de los desocupados.
©Juan Manuel Aragón
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