1970 CALENDARIO NACIONAL Matan a Sánchez

Juan Carlos Sánchez

El 10 de abril de 1970 Juan Carlos Sánchez es matado en Rosario por el Ejército Revolucionario del Pueblo y las Fuerzas Armadas Revolucionarias

El 10 de abril de 1970, mataron a Juan Carlos Sánchez en Rosario. El asesinato fue reivindicado por el Ejército Revolucionario del Pueblo y Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Fue emboscado en la esquina de las calles Córdoba y Alvear centro de Rosario. Le apagaron dos disparos de fusil FAL y PAM que le ocasionaron la muerte en forma instantánea. También quedó muerta Elcira Cucco de Araya, que atendía un quiosco de diarios y revistas en esa esquina.

El periodista y antiguo integrante de Montoneros Juan Gasparini, afirmó que uno de los integrantes del comando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que participó, fue Juan Julio Roqué, dirigente de la organización asesina. Por su parte el historiador Horacio Tarcus sostiene que Roqué fue responsable de esta única operación en conjunto de las dos organizaciones. Mientras, la revista Estrella Roja, órgano oficial de los asesinos del Ejército Revolucionario del Pueblo, reivindicó que había realizado los asesinatos en forma conjunta con las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Sánchez nació en Villa Guillermina (provincia de Santa Fe), el 25 de septiembre de 1919. Entró al Colegio Militar de la Nación el 2 de marzo de 1937, y egresó como subteniente de infantería el 19 de diciembre de 1940. Cursó la Escuela Superior de Guerra y egresó como oficial de Estado Mayor, en diciembre de 1953.
En 1960 presidió el Consejo de Guerra que, en virtud del plan de Conmoción Interna del Estado, persiguió a los autores del atentado a los depósitos de nafta de Córdoba; ocho personas fueron arrestadas, sacadas por la fuerza de los juzgados en que permanecían por orden de Sánchez, que era Coronel, sometidas a la justicia militar y torturadas. El gobernador Arturo Zanichelli, acusado de complicidad con el atentado, fue depuesto por una intervención federal.
Fue agregado militar a la Embajada Argentina en Italia entre 1961 y 1962, y esa república lo condecoró con la Orden al Mérito en el Grado de Caballero Oficial.
Estaba casado con Olga Lis del Valle Herrera y era padre de tres hijos.
En 1972 fue comandante del II Cuerpo de Ejército por ser experto en lucha antisubversiva.
En el 2009 un viejo agente de un servicio de inteligencia afirmó que “por las investigaciones que hizo el deponente, concluyó que la muerte del general Sánchez ocurrió por una persona de apellido Arrue, del Ejército”. Fue una clara operación de inteligencia para desviar la investigación hacia los propios camaradas de Sánchez.
El 10 de abril de 1972, el gobierno promovió a Sánchez al rango de teniente general.
Cabe acotar que la izquierda argentina de esos años, en especial el Ejército Revolucionario del Pueblo y Montoneros, tenían una clara vocación asesina, determinando quién de sus supuestos enemigos debía morir. Con total desparpajo prometían un millón de muertos en la Argentina, si llegaban al poder.
©Juan Manuel Aragón

HISTORIA La Casa de los Taboada

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RECUERDOS Pocho García, el de la entrada

Pocho García El autor sigue desgranando sus añoranzas el diario El Liberal, cómo él lo conoció y otros muchos siguen añorando Por Alfredo Peláez Pocho GarcÍa vivió años entre rejas. Después de trasponer la entrada principal de El Liberal, de hierro forjado y vidrio, había dos especies de boxes con rejas. El de la izquierda se abría solo de tarde. Allí estaba Juanito Elli, el encargado de sociales; se recibían los avisos fúnebres, misas, cumpleaños. Cuando Juanito estaba de franco su reemplazante era, el profesor Juan Gómez. A la derecha, el reducto de Pocho García, durante años el encargado de los avisos clasificados, con su ayudante Carlitos Poncio. Pocho era un personaje. Buen tipo amantes de las picadas y el vino. Suegro de "Chula" Álvarez, de fotomecánica, hijo de "Pilili" Álvarez, dos familias de Liberales puros. A García cuando salía del diario en la pausa del mediodía lo esperaba en la esquina de la avenida Belgrano y Pedro León Gallo su íntimo amigo Orlando

HOMBRE San José sigue siendo ejemplo

San José dormido, sueña Un texto escrito al calor de uno de los tantos días que el mundo secularizado ideó para gambetear a los santos Todos los días es día de algo, del perro, del gato, del niño, del padre, de la madre, del mono, del arquero, de la yerba mate, del bombo, del pasto hachado, de la madrastra, del piano de cola, de la Pachamama, del ropero, de la guitarra, del guiso carrero, de la enfermera, del abogado, del pañuelo usado. Todo lo que camina sobre la tierra, vuela en el cielo, nada en el agua, trepa las montañas, nada en las lagunas, patina en el hielo, surfea en las olas o esquiva a los acreedores, tiene su día. Nada como un día sin connotaciones religiosas, sólo nuestro, bien masón y ateo, para recordar a los panaderos, a las mucamas, a los canillitas, a los aceiteros, a los carpinteros, a los periodistas a los lustrines, a los soderos, a los mozos, a los vendedores, a los empleados públicos, a los policías, a los ladrones, a los jugadores, a los abstemios y a los tomad

Ramírez de Velasco

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