Ir al contenido principal

2003 CALENDARIO NACIONAL Dante Quinterno

Dante Quinterno

El 14 de mayo del 2003 muere Dante Quinterno, dibujante, creador de Patoruzú, autor de la primera película argentina de dibujos animados en colores


El 14 de mayo del 2003 murió el dibujante Dante Quinterno. Fue el creador del famoso personaje “Indio Patoruzú” un superhéroe de las pampas argentinas. Desde 1936 su carrera como dibujante lo llevó a la fama y lo convirtió en millonario. Fue, además, el autor de la primera película argentina de dibujos animados en colores. Había nacido en Buenos Aires el 26 de octubre de 1909.
A los catorce años le publicaron sus primeros tres dibujos en la sección de lectores de Páginas de Columba. Las ilustraciones eran sobre la hazaña boxística de Luis Angel Firpo (“El Toro Salvaje de las Pampas”), que con una trompada había tirado fuera del ring a a su contrincante, el norteamericano Jack Dempsey.
Mientras cursaba el secundario en el colegio nacional Bernardino Rivadavia de Buenos Aires, era ayudante de Diógenes Taborda, uno de los grandes de ese momento. Luego colaboraró con Arturo Lanteri, uno de los pioneros de la historieta en la Argentina. Envió sus dibujos, al mismo tiempo, a los diarios porteño y practicó boxeo y remo.
El 29 de julio de 1925 debuto con la tira "Panitruco", con guion de Carlos Leroy. Siguió con "Andanzas y desventuras de Manolo Quaranta", "Don Fermín", que luego se llamaría "Don Fierro", en "Mundo Argentino", y "Un porteño optimista", que sería rebautizada "Las aventuras de Don Gil Contento", para el diario "Crítica".
La revista del indio Patoruzú
El 19 de octubre de 1928, en el diario "Crítica", apareció por primer vez Patoruzú, como personaje secundario de la tira Aventuras de Don Gil Contento. Se llamaba "Curugua-Curiguagüigua", pero ese mismo día cambió de nombre por "Patoruzú". En noviembre de 1936, le llegó la consagración cuando apareció el primer número de la revista "Patoruzú", que agotó 100.000 ejemplares en pocas horas.
En 1938 se casó con Rosa Schiaffino, con quien tuvo tres hijos: Dante, Walter y Mónica. El 20 de noviembre de 1942, se estrenó en el cine Ambassador, el cortometraje de 15 minutos Upa en apuros, primer dibujo animado argentino en colores.
Tras el éxito de sus personajes, en la década del 50 compró campos en Cañuelas, Coronel Brandsen y Trenque Lauquen y se convirtió en productor ganadero y forestal, por lo que fundó la revista especializada Dinámica Rural. Se hizo multimillonario y dejó de dibujar, pero siempre controló las historietas y sus contenidos.
En octubre de 1968, cuando se celebró la Bienal Mundial de la Historieta, en Buenos Aires, se opuso al uso de la imagen del indio en las promociones.
En 1996 La Cámara de Diputados de la Nación lo condecoró con la Medalla de oro de la por su trayectoria, y en 1999 fue distinguido por la Legislatura de Buenos Aires.
©Juan Manuel Aragón
Efemérides argentina

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

FÁBULA Don León y el señor Corzuela (con vídeo de Jorge Llugdar)

Corzuela (captura de vídeo) Pasaron de ser íntimos amigos a enemigos, sólo porque el más poderoso se enojó en una fiesta: desde entonces uno es almuerzo del otro Aunque usté no crea, amigo, hubo un tiempo en que el león y la corzuela eran amigos. Se visitaban, mandaban a los hijos al mismo colegio, iban al mismo club, las mujeres salían de compras juntas e iban al mismo peluquero. Y sí, era raro, ¿no?, porque ya en ese tiempo se sabía que no había mejor almuerzo para un león que una buena corzuela. Pero, mire lo que son las cosas, en esa época era como que él no se daba cuenta de que ella podía ser comida para él y sus hijos. La corzuela entonces no era un animalito delicado como ahora, no andaba de salto en salto ni era movediza y rápida. Nada que ver: era un animal confianzudo, amistoso, sociable. Se daba con todos, conversaba con los demás padres en las reuniones de la escuela, iba a misa y se sentaba adelante, muy compuesta, con sus hijos y con el señor corzuela. Y nunca se aprovec...

IDENTIDAD Vestirse de cura no es detalle

El perdido hábito que hacía al monje El hábito no es moda ni capricho sino signo de obediencia y humildad que recuerda a quién sirve el consagrado y a quién representa Suele transitar por las calles de Santiago del Estero un sacerdote franciscano (al menos eso es lo que dice que es), a veces vestido con camiseta de un club de fútbol, el Barcelona, San Lorenzo, lo mismo es. Dicen que la sotana es una formalidad inútil, que no es necesario porque, total, Dios vé el interior de cada uno y no se fija en cómo va vestido. Otros sostienen que es una moda antigua, y se deben abandonar esas cuestiones mínimas. Estas opiniones podrían resumirse en una palabra argentina, puesta de moda hace unos años en la televisión: “Segual”. Va un recordatorio, para ese cura y el resto de los religiosos, de lo que creen quienes son católicos, así por lo menos evitan andar vestidos como hippies o hinchas del Barcelona. Para empezar, la sotana y el hábito recuerdan que el sacerdote o monje ha renunciado al mundo...

SANTIAGO Un corazón hecho de cosas simples

El trencito Guara-Guara Repaso de lo que sostiene la vida cuando el ruido del mundo se apaga y solo queda la memoria de lo amado Me gustan las mujeres que hablan poco y miran lejos; las gambetas de Maradona; la nostalgia de los domingos a la tarde; el mercado Armonía los repletos sábados a la mañana; las madrugadas en el campo; la música de Atahualpa; el barrio Jorge Ñúbery; el río si viene crecido; el olor a tierra mojada cuando la lluvia es una esperanza de enero; los caballos criollos; las motos importadas y bien grandes; la poesía de Hamlet Lima Quintana; la dulce y patalca algarroba; la Cumparsita; la fiesta de San Gil; un recuerdo de Urundel y la imposible y redonda levedad de tus besos. También me encantan los besos de mis hijos; el ruido que hacen los autos con el pavimento mojado; el canto del quetuví a la mañana; el mate en bombilla sin azúcar; las cartas en sobre que traía el cartero, hasta que un día nunca más volvieron; pasear en bicicleta por los barrios del sur de la ciu...

FURIA Marcianos del micrófono y la banca

Comedor del Hotel de Inmigrantes, Buenos Aires, 1910 Creen saber lo que piensa el pueblo sólo porque lo nombran una y otra vez desde su atril, lejos del barro en que vive el resto Desde las olímpicas alturas de un micrófono hablan de “la gente”, como si fueran seres superiores, extraterrestres tal vez, reyes o princesas de sangre azul. Cualquier cosa que les pregunten, salen con que “la gente de aquí”, “la gente de allá”, “la gente esto”, “la gente estotro”. ¿Quiénes se creen para arrogarse la calidad de intérpretes de “la gente”? Periodistas y políticos, unos y otros, al parecer suponen que tienen una condición distinta, un estado tan sumo que, uf, quién osará tocarles el culo con una caña tacuara, si ni siquiera les alcanza. Usted, que está leyendo esto, es “la gente”. Su vecino es “la gente”. La señora de la otra cuadra es “la gente”. Y así podría nombrarse a todos y cada uno de los que forman parte de esa casta inferior a ellos, supuestamente abyecta y vil, hasta dar la vuelta al m...

CONTEXTO La inteligencia del mal negada por comodidad

Hitler hace el saludo romano Presentar a Hitler como enfermo es una fácil excusa que impide comprender cómo una visión organizada del mundo movió a millones hacia un proyecto criminal De vez en cuando aparecen noticias, cada una más estrafalaria que la anterior, que intentan explicar los horrores cometidos por Adolfo Hitler mediante alguna enfermedad, una supuesta adicción a drogas o un trastorno psicológico o psiquiátrico. Sus autores suelen presentarse como bien intencionados: buscan razones biológicas o mentales para comprender el origen del mal. Sin embargo, esas razones funcionan, en cierta forma, como un mecanismo involuntario o voluntario quizás, de exculpación. Si hubiese actuado bajo el dominio de una enfermedad que alteraba su discernimiento, los crímenes quedarían desplazados hacia la patología y ya no hacia la voluntad que los decidió y la convicción que los sostuvo. En el fondo, ese gesto recuerda otros, cotidianos y comprensibles. Ocurre con algunas madres cuando descubre...