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2000 CALENDARIO NACIONAL Rehenes

Incendios en Mosconi

El 10 de noviembre del 2000, piqueteros en Mosconi y Tartagal toman como rehenes a diez policías. El día siguiente, se produjo una pueblada en Tartagal

El 10 de noviembre del 2000, piqueteros en Mosconi y Tartagal tomaron como rehenes a diez policías. El día siguiente, se produjo una pueblada en Tartagal. Corría la presidencia de Fernando de la Rúa, el gobernador de Salta era Juan Carlos Romero y la comuna estaba intervenida por Eduardo Sángari.
Ese día, antes del amanecer, la policía provincial avanzó sobre el corte en la ruta 34 y mató a Aníbal Verón, trabajador de la empresa Atahualpa que había sido despedido un año antes y a quien se le adeudaban varios meses de sueldo.
La represión y el asesinato de Verón derivaron en sendas puebladas en ambos lugares. En Mosconi los símbolos del poder político y económico habían sido arrasados en mayo. Allí fue tomada la comisaría y cuatro policías fueron hechos rehenes de los piqueteros.
Mientras, el grueso de los manifestantes se reagrupó en la ruta y avanzó hacia Tartagal. La policía se replegó y se refugió en el Regimiento 28, del Ejército.
Las masas de obreros y empleados, descontroladas avanzaron por las calles y depredaron lo que hallaron a su paso. Hubo una gran destrucción y saqueos generalizados en comisarías, casas de comercio entre ellas Casa el Gato, vehículos, la sucursal del Banco Nación y otras oficinas ardieron en la pira de la protesta social.
La noticia del asesinato de Verón fue conoció por la mañana del 11, para ese momento a los manifestantes originales se sumaron otros, que recorrieron las calles céntricas de Tartagal atacando en primer término los edificios públicos.
La comisaría fue tomada, destruida e incendiada. Los manifestantes también atacaron la Municipalidad, la sucursal del Banco Nación y la sede municipal de Acción Social.
También destruyeron la corresponsalía del diario El Tribuno, cuyo dueño era gobernador Juan Carlos Romero, las sedes de Edesa y de la línea de colectivos Atahualpa.
Por la tarde, cuando el grueso de los piqueteros había regresado a la ruta 34 y estaban reinstalados los piquetes, se saquearon dos comercios tartagalenses y el depósito judicial, del que se robaron armas que estaban en custodia de la justicia.
©Juan Manuel Aragón

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