Todos venden menos ejemplares El exceso de profesionalismo de los periodistas podría ser la causa de la ruina de muchos diarios del mundo Lo que mató a los diarios fue —digo ahora con mi ejemplar del lunes bajo el brazo— el exceso de profesionalismo de los periodistas. Cuando dejaron de ser panfletos al servicio de un candidato y se convirtieron en empresas dando ganancias y cotizando en bolsa, la gente los abandonó. No creo mucho en la teoría que indica que los mató internet, más bien se me hace que fueron víctimas de su propia perfección. Nacieron luego de la Revolución Francesa, como una necesidad del gobierno de mostrar sus actos. Si las leyes se reputan conocidas por todos, primero hay que publicarlas, con tal motivo surgieron las gacetas oficiales. Cuando se empezó a leer en forma masiva, los particulares vieron que había un filón a explotar: daban a conocer sus ideas y mostraban los hechos de acuerdo a su particular punto de vista. Si un candidato quería ganar una elección, con
Cuaderno de notas de Santiago del Estero