Locro (foto tomada de una revista) Un producto de la imaginación del pueblo para ahorrar en los alimentos y dar de comer al colesterol malo Dicen algunos historiadores de la gastronomía, que el locro, como muchas exquisiteces actuales, es un producto más de la imaginación del pueblo a la hora de ahorrar en la cocina. Los que entienden sostienen que es básicamente una mazamorra de maíz molido. A la que se fue enriqueciendo con anco, batata, las tripas de la vaca y la panza, hueso gustador (taba o garrón), porotos y el ripio, ¿no?, que venía a ser algo de puchero, patas y cuerito de cerdo, Más algún que otro agregado que le hacen en cada casa, según el gusto de cada una, además del choricito colorado: en unas va con repollo, en otras lleva zanahoria o le agregan calditos de sabor, lo hacen más espeso o más chuyo, en fin. Y el ají fréido del final, una cucharada sopera bien generosa coronando el plato, haciendo del menjunje una fiesta para alimentar el colesterol malo de los comensales. Q
Cuaderno de notas de Santiago del Estero