Ir al contenido principal

1842 CALENDARIO NACIONAL Alem

Leandro Alem

El 11 de marzo de 1842, nace Leandro Alem, soldado, político y abogado, lidera la Revolución del Parque de la que surge la Unión Cívica Radical


El 11 de marzo de 1842, nació Leandro Alem (su verdadero apellido era Alén y lo cambió varios años después de la muerte de su padre). Fue un soldado, político, abogado y militar que estuvo en el Partido Autonomista, luego en el Republicado, lideró la Revolución del Parque de la que surgió la Unión Cívica Radical.
Una disputa con Bartolomé Mitre llevó a una división del naciente partido: mientras Bartolomé Mitre formó la Unión Cívica Nacional, Alem creó la Unión Cívica Radical, el partido más antiguo del país.
En 1893 condujo la fallida Revolución Radical, después de la cual comenzaron las disputas con su sobrino Hipólito Yrigoyen. El 1 de julio de 1896, a los 54 años, se descerrajó un tiro en la sien, deprimido por la deriva de su partido. Dejó un célebre testamento político, en el que proclama para su partido “que se rompa pero que no se doble”.
Todavía causa alguna controversia entre los historiadores, cuál era su segundo nombre. En su acta de bautismo figura solamente como Leandro Alén.
Su padre, Leandro Antonio Alén, había sido un notorio rosista y cuando tenía once años, presenció cómo lo ahorcaban junto a Ciríaco Cutiño, el jefe de la temida Mazorca. Antes de subir al cadalso, el padre sufrió una hemiplejía, por lo que llegó hasta la cuerda con un paso tembloroso, vacilante, aunque también hay quienes sostienen que lloraba. Cuitiño pidió aguja e hilo para atarse el pantalón al chaleco y evitar, cuando estaba colgado, que se le cayeran.
Hay quienes dicen que, para no ser toda su vida “el hijo del ahorcado”, se cambió el apellido y puso la “m” final, en vez de la “n” de su apellido. De todas maneras, en algunas de sus tarjetas de presentación dejó constancia que era “Ln Alem”. Pero alguien le preguntó qué significaba esa “n” y respondió: “Quiere decir nada”.
El segundo nombre surge de acta de casamiento de su hijo Leandro con Justa César Hillner. Eran menores de edad y tenía que dar su consentimiento y, al firmar el acta, el 2 de marzo de 1896, asentó que se llamaba Leandro Nicéforo Alem.
Después, los otros aspectos de su vida, sus luchas, su influencia posterior sobre el partido que había fundado, la Unión Cívica Radical y sobre toda la política argentina, será motivo de otra efeméride, por hoy, con esta poca información hay como para hacerse un picnic.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

HISTORIA La Casa de los Taboada

La Casa de los Taboada, recordada en El Liberal del cincuentenario Por qué pasó de manos de una familia de Santiago al gobierno de la provincia y los avatares que sucedieron en la vieja propiedad Los viejos santiagueños recuerdan que a principios de 1974 se inundó Santiago. El gobernador Carlos Arturo Juárez bautizó aquellas tormentas como “Meteoro”, nombre con el que todavía hoy algunos las recuerdan. Entre los destrozos que causó el agua, volteó una pared del inmueble de la calle Buenos Aires, que ya se conocía como “Casa de los Taboada”. Y una mujer que había trabajado toda la vida de señora culta, corrió a avisarle a Juárez que se estaba viniendo abajo el solar histórico que fuera de la familia más famosa en la provincia durante el siglo XIX. No era nada que no pudiera arreglarse, aunque ya era una casa vieja. Venía del tiempo de los Taboada, sí, pero había tenido algunas modernizaciones que la hacían habitable. Pero Juárez ordenó a la Cámara de Diputados que dictara una ley exprop

RECUERDOS Pocho García, el de la entrada

Pocho García El autor sigue desgranando sus añoranzas el diario El Liberal, cómo él lo conoció y otros muchos siguen añorando Por Alfredo Peláez Pocho GarcÍa vivió años entre rejas. Después de trasponer la entrada principal de El Liberal, de hierro forjado y vidrio, había dos especies de boxes con rejas. El de la izquierda se abría solo de tarde. Allí estaba Juanito Elli, el encargado de sociales; se recibían los avisos fúnebres, misas, cumpleaños. Cuando Juanito estaba de franco su reemplazante era, el profesor Juan Gómez. A la derecha, el reducto de Pocho García, durante años el encargado de los avisos clasificados, con su ayudante Carlitos Poncio. Pocho era un personaje. Buen tipo amantes de las picadas y el vino. Suegro de "Chula" Álvarez, de fotomecánica, hijo de "Pilili" Álvarez, dos familias de Liberales puros. A García cuando salía del diario en la pausa del mediodía lo esperaba en la esquina de la avenida Belgrano y Pedro León Gallo su íntimo amigo Orlando

HOMBRE San José sigue siendo ejemplo

San José dormido, sueña Un texto escrito al calor de uno de los tantos días que el mundo secularizado ideó para gambetear a los santos Todos los días es día de algo, del perro, del gato, del niño, del padre, de la madre, del mono, del arquero, de la yerba mate, del bombo, del pasto hachado, de la madrastra, del piano de cola, de la Pachamama, del ropero, de la guitarra, del guiso carrero, de la enfermera, del abogado, del pañuelo usado. Todo lo que camina sobre la tierra, vuela en el cielo, nada en el agua, trepa las montañas, nada en las lagunas, patina en el hielo, surfea en las olas o esquiva a los acreedores, tiene su día. Nada como un día sin connotaciones religiosas, sólo nuestro, bien masón y ateo, para recordar a los panaderos, a las mucamas, a los canillitas, a los aceiteros, a los carpinteros, a los periodistas a los lustrines, a los soderos, a los mozos, a los vendedores, a los empleados públicos, a los policías, a los ladrones, a los jugadores, a los abstemios y a los tomad