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321 ALMANAQUE MUNDIAL Domingo

Constantino

El 7 de marzo del 321, Constantino, emperador romano, promulga un edicto por el que declara el domingo como “Venerable día del Sol”

El 7 de marzo del 321 en Nicomedia, actual Turquía, Constantino, emperador romano, promulgó un edicto por el que declaró el domingo como “Venerable día del Sol”. Ese simple hecho alteró significativamente la percepción del tiempo y la estructura semanal y marcó un hito crucial en la evolución del cristianismo dentro del Imperio Romano. Fue una maniobra estratégica en un contexto de tensión política y religiosa que intentó unificar a los súbditos bajo una sola religión y consolidar el poder imperial.
En los primeros siglos después de Cristo, el cristianismo estaba en proceso de ser más ampliamente aceptado dentro del Imperio Romano. Constantino, que se había convertido al cristianismo, vio en esta religión una oportunidad para fortalecer su autoridad política. Al designar el domingo como día sagrado, estaba no solo poniendo énfasis en la resurrección de Cristo, un evento central del cristianismo, sino también integrando elementos paganos que ya formaban parte de la cultura romana. Este movimiento fue interpretado por algunos historiadores como una táctica para apelar a ambos grupos religiosos: los cristianos y los seguidores de religiones paganas.
La decisión tuvo implicaciones profundas. Social y culturalmente, este cambio influyó en cómo las comunidades cristianas observaban sus prácticas religiosas. A lo largo de los siglos, el domingo se consolidó como un día sagrado, ampliamente aceptado y observado por los cristianos. Datos históricos indican que, hacia finales del siglo IV, aproximadamente el 90 por ciento de la población romana había adoptado prácticas cristianas, lo que refleja el éxito de la estrategia de Constantino.
Constantino, que gobernó el Imperio Romano durante treinta años hasta su muerte en Nicomedia (actual Izmir, Turquía) el 22 de mayo de 337, es recordado por fundar Constantinopla en la antigua ciudad griega de Bizancio. Su influencia en la religión cristiana fue tal que hoy es venerado como santo en la Iglesia Ortodoxa y considerado un gran benefactor por la Iglesia Católica. Su legalización del cristianismo a través del Edicto de Milán en el año 313 fue fundamental para transformar el cristianismo en la religión del Estado, adaptada a las necesidades políticas del Imperio y estructurada como una nueva institución que se conocería como la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Este edicto también marcó un cambio paradigmático en la relación entre el poder religioso y el poder secular. Originalmente, los cristianos debían obediencia tanto a Dios, representado por el obispo de Roma, como al emperador. Sin embargo, con el paso de los siglos, esta dinámica se invirtió, y los monarcas cristianos terminaron sometiéndose a los Papas, herederos en cierto modo de los antiguos césares.
Constantino, notando la división entre los adoradores paganos del sol y los cristianos, intentó fusionar estas dos espiritualidades. Su edicto del 7 de marzo de 321, conocido como la "Ley del Dies Solis", estableció el domingo como un día de fiesta pública en el calendario romano, lo que tuvo un efecto revolucionario. Este día, previamente dedicado al culto solar, ahora se enfocaba en la observancia cristiana, convirtiéndose en el día más importante de la nueva religión estatal.
La adopción del domingo como día de descanso y culto no fue sin controversia. Historiadores y teólogos como el cardenal John Henry Newman han señalado que muchas prácticas cristianas adoptadas en esta época tenían raíces paganas, una forma de hacer la nueva religión más accesible y atractiva para los paganos. Incluso la Enciclopedia Británica menciona el edicto de Constantino como la primera documentación legal de la observancia del domingo.
Posteriormente, en el año 383 bajo el emperador Teodosio I, el "dies solis" fue renombrado como "dies dominicus", consolidando aún más su estatus como día sagrado cristiano. Este cambio semántico reflejaba la transformación cultural y religiosa que había comenzado con Constantino, culminando en la creación del término "domingo" en español.
Los efectos de estos edictos se pueden leer en el Código de Justiniano, que estipula que todos, salvo los agricultores en ciertas circunstancias, deben descansar el domingo, mostrando cómo la legislación romana se adaptó para apoyar la nueva estructura religiosa del imperio.
La política de Constantino no solo transformó la práctica religiosa diaria, sino que sentó las bases para una nueva era en la historia de la humanidad, marcando el tránsito del mundo antiguo al medieval, con implicaciones que aún resuenan en la observancia religiosa y cultural contemporánea.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. En inglés se percibe con más fuerza la herencia romana: "sunday" o sea día del sol!!!

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