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Mostrando las entradas etiquetadas como Quiosco

CONSIGNA No hacer fila para comer

Preparando pato a la sangre Muchos son capaces de esperar tres horas para entrar a una confitería, un bar, un restaurante: esta nota le brinda razones para ir a otra parte Todo el día hay que hacer filas, entre otras cosas para tomar el ómnibus, para que don Carlos te atienda en el almacén de la otra esquina, para jugar a la tómbola, para las chicas de "Cariñito" (antes), para pagar los impuestos en el Rapipago, para sacar plata del cajero, para cobrar el plan, además hay que hacer cola en el supermercado, en el quiosco, en la verdulería, en la carnicería: siempre, en todas partes y para todo. Entonces, perdone que se lo diga así, pero parece al menos una enormidad también hacer cola los fines de semana, los sábados a la noche o cuando sale con la patrona a despejarse un rato.  En serio, che. Si hubiera un solo lugar para tomar algo en la ciudad, vaya y forme fila desde las tres de la tarde si quiere, pero hay ochocientos bares, confiterías, lomiterías, cervecerías, panchuque

POLÍTICA Por quién votar en la próxima elección: consejos

Hagan su juego, señores Como quien hace su aporte, esta página hace el suyo para el debate presidencial del año que viene Un buen día le piden que sea capo máximo del supermercado Vea o del Hiper Libertad, pongalé. Usted acepta, le han dado poder de decisión, entonces llama a uno o dos amigos que, como tuvieron un almacén algo saben, pone un nuevo contador, y listo. Hará pocos cambios, quizás llame más productores locales a exponer sus cosas o publicite de otra manera las ofertas o agrande las góndolas un cachito. Detalles. Suponga que en vez de Vea, le ofrecen el maxi quiosco de la esquina de su casa. Está hecho un despelote, sólo el dueño encuentra las galletitas, hay cucarachas por todas partes, la heladera pierde agua y para peor, está debiendo un año y medio de alquileres y un fangote a los proveedores. Es obvio que en este caso debe ofrecer alternativas drásticas para sacar adelante el boliche. En una de esas, por un tiempo, no le convenga vender gaseosas, o deba abrir toda la n

SITUACIONES Los códigos de referencia en la ciudad y en el campo

Las palabras tienen un significado escondido Más allá del significado de las palabras, hay una historia en ellas para quien sabe descifrarlas Uno va al quiosco de la esquina de su casa, dice: “Jockey”. El quiosquero le entrega un atado de cigarrillos, le da lo que cuesta, se los pone en el bolsillo y se los lleva. Ha dicho una sola palabra, pero ha perfeccionado uno de los contratos de los que más se ha escrito en el Derecho Civil. Hay códigos de referencia abstractos en la ciudad y en el campo, que son distintos, aunque uno haga lo mismo. En el campo uno llega al almacén, saluda al dueño o dependiente y a los demás clientes si los hubiera. Cuando le llega el turno pregunta: ”¿Vende cigarrillos?”. Si le responden que sí, pide: “¿Me vende un atado de Jockey Club, por favor?”. Se lo dan; vuelve a averiguar: “¿Cuánto cuesta?”. Le dan el precio, paga, se despide, se va. Que dice el Código Civil argentino: “Hay compraventa si una de las partes se obliga a transferir la propiedad de una cosa