Chiquero de las cabras (imagen de Jorge Llugdar) El hombre que busca la majada que se le ha perdido, no sabe que lleva una determinación evangélica El campero lleva en su rostro la determinación de hallar la majada que se le mandó a mudar después de la última tormenta. Hace tres días que ha salido su casa y ahora pasa por estos bosques perdidos, quizás en el departamento Pellegrini, Jiménez, o cerca de Huyamampa, preguntando de casa en casa si no han visto sus cabras: avisa cómo es la señal, acepta quizás un vaso de agua sin apearse del montado y sigue adelante. No sabe que en el Nuevo Testamento lo nombran como el pastor que pierde un solo animal, deja a los demás y sale a buscarlo, porque le va la vida en la tarea. Casi como los israelíes que, por estos tiempos buscan desesperadamente a sus hermanos que fueron llevados por el lobo del Hamás a sus catacumbas malditas, este hombre quiere hallar sus cabras, escapadas del cuidado del perro cabrero, asustadas por la tormenta, huidas a cua...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero