Ir al contenido principal

NAVIDAD Contra el otro relato

Está próxima la Navidad

Lo malo de algunos que dicen que los Evangelios son un cuentito, es que dicen ser de los nuestros, socavan la fe desde adentro

Afirman los descreídos que no eran tan pobres María y José y que un pesebre estaba muy bien para ellos, porque venía a ser como un garaje moderno. Si lo dicen de esa manera, es como decir que era el lugar para estacionar las mulas, los caballos, los bueyes, así que olvídese de los malos olores, las moscas, los bichos, la falta de higiene. Falta que le cuenten que es como si hubiera nacido en una maternidad moderna, con parteras, médicos, anestesia, internación y televisor para no aburrirse.
Lo dicen para desmerecerlo, para rebajarlo, obviamente, porque tienen envidia de una religión que viene haciendo maravillas en la historia de la humanidad desde el momento en que Nuestro Señor Jesucristo —que es Dios, que es Dios, que es Dios, que es Dios, díganlo, vamos anímense —se hizo hombre. Como no creen entonces inventan. No tienen más que un libro con cuatro versiones para documentarse, pero prefieren creer en lo que les da la gana, basándose en quién sabe qué fuentes que ellos, eruditos y descreídos, han consultado concienzudamente.
También desmienten la genealogía que lo hace descender del rey David, sacan cuentas con los dedos, como chismosas de barrio cada vez que se casaba una chica y anunciaban que estaba embarazada. Los números no les dan. Dicen que lo escribió San Mateo —a quien le quitan el “san”, creyendo que con eso lo rebajan a su altura —para embaucar a unos o a otros. Pero no es cierto, afirman, porque estudiaron el asunto a fondo y saben mucho más que el Nuevo Testamento, imaginesé, un libro escrito por y para analfabetos, ¡uf!
Para esos descreídos, dispuestos a sembrar la desesperanza, tampoco es tan cierto que naciera en Belén. “Puede ser”, se animan, pero lanzan otros lugares posibles: Nazaret, Jerusalén, Samarcanda, Nueva York, la Cochinchina, sólo por el gusto de molestar a las almas simples y confundir a los que tienen ganado el Cielo de antemano, porque Cristo vino al mundo por los humildes de espíritu, aquellos que aceptan su mensaje con fe y esperanza.
A veces el mucho estudio no te hace más sabio, sino que te vuelve tonto.
¿Qué necesidad tienen de andar metiéndose con la fe de los que piensan que hay un Dios y es Uno y Trino y además es el nuestro? Por las dudas, recuerdan que no nació en Navidad sino en cualquier otra época, chocolate por la noticia. Rematan sosteniendo que fue cinco años antes, con lo que ahora andaríamos por el 2029 más o menos (pero no usan “su” fecha en sus escritos, son tontos, pero no tanto).


Ah, por las dudas aclaran que tampoco tenía 33 años cuando lo mataron. Y niegan la existencia del Pecado Original, con lo que pretenden tirar abajo, ¡además!, uno de los pilares en que se asienta toda la religión Católica, Apostólica, Romana. ¡Toooda!, ¿eh?
A veces los fieles, es decir los que pecan y se vuelven a levantar todos los días, se preguntan por qué esa rabiosa furia contra la fe. ¿Por qué no se meten con otras religiones como Boca Juniors, River Plate, Mahoma, la Mamacha, la Pachamama, Papá Noel, el Modernismo, que están mucho más a la vista, son más fáciles de tumbar, hasta con sus argumentos de pobres charlatanes de feria? ¿Por qué se visten de uno para tratar de tirar abajo en lo que cree uno? Chi lo sa.
La noche del 24 de diciembre del 2024 volverá a nacer de una virgen (sí, amigos, ¡de una virgen!, aunque también lo desmientan en sus pobres diatribas contra el catolicismo), será en Belén y se llamará Emanuel, al que durante siglos le rezaron y le pidieron por sus intenciones en la misa de los domingos y otros días de guardar, cientos de millones de católicos de todo el mundo.
Amigo, le digo, si se le presentara el Demonio, ante cualquier duda, consulte con un sacerdote. Elija, eso sí, a uno de los que sí creen, no de esos modernosos que ni siquiera quieren vestirse de curas porque les da vergüenza.
Al final, la fe no depende de los argumentos de los descreídos ni de sus críticas. Depende de una confianza personal en el amor y la misericordia de Dios, que, según quienes creemos, se hizo hombre en Cristo para redimirnos. Así, este 24 de diciembre, los creyentes renovaremos nuestra esperanza y alegría, celebrando una vez más el misterio de la Navidad. Para quienes aún dudan, siempre estará abierta la invitación a reflexionar y buscar la verdad.
Si quieren, por supuesto, si no los esperamos hasta último momento. La Iglesia Católica ha rezado por la salvación de las almas de todos sus enemigos.
Juan Manuel Aragón
A 26 de noviembre del 2024, en Villa Adela. Cortando camino.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

FÁBULA Don León y el señor Corzuela (con vídeo de Jorge Llugdar)

Corzuela (captura de vídeo) Pasaron de ser íntimos amigos a enemigos, sólo porque el más poderoso se enojó en una fiesta: desde entonces uno es almuerzo del otro Aunque usté no crea, amigo, hubo un tiempo en que el león y la corzuela eran amigos. Se visitaban, mandaban a los hijos al mismo colegio, iban al mismo club, las mujeres salían de compras juntas e iban al mismo peluquero. Y sí, era raro, ¿no?, porque ya en ese tiempo se sabía que no había mejor almuerzo para un león que una buena corzuela. Pero, mire lo que son las cosas, en esa época era como que él no se daba cuenta de que ella podía ser comida para él y sus hijos. La corzuela entonces no era un animalito delicado como ahora, no andaba de salto en salto ni era movediza y rápida. Nada que ver: era un animal confianzudo, amistoso, sociable. Se daba con todos, conversaba con los demás padres en las reuniones de la escuela, iba a misa y se sentaba adelante, muy compuesta, con sus hijos y con el señor corzuela. Y nunca se aprovec...

IDENTIDAD Vestirse de cura no es detalle

El perdido hábito que hacía al monje El hábito no es moda ni capricho sino signo de obediencia y humildad que recuerda a quién sirve el consagrado y a quién representa Suele transitar por las calles de Santiago del Estero un sacerdote franciscano (al menos eso es lo que dice que es), a veces vestido con camiseta de un club de fútbol, el Barcelona, San Lorenzo, lo mismo es. Dicen que la sotana es una formalidad inútil, que no es necesario porque, total, Dios vé el interior de cada uno y no se fija en cómo va vestido. Otros sostienen que es una moda antigua, y se deben abandonar esas cuestiones mínimas. Estas opiniones podrían resumirse en una palabra argentina, puesta de moda hace unos años en la televisión: “Segual”. Va un recordatorio, para ese cura y el resto de los religiosos, de lo que creen quienes son católicos, así por lo menos evitan andar vestidos como hippies o hinchas del Barcelona. Para empezar, la sotana y el hábito recuerdan que el sacerdote o monje ha renunciado al mundo...

ANTICIPO El que vuelve cantando

Quetuví Juan Quetuví no anuncia visitas sino memorias, encarna la nostalgia santiagueña y el eco de los que se fueron, pero regresan en sueños Soy quetupí en Tucumán, me dicen quetuví en Santiago, y tengo otros cien nombres en todo el mundo americano que habito. En todas partes circula el mismo dicho: mi canto anuncia visitas. Para todos soy el mensajero que va informando que llegarán de improviso, parientes, quizás no muy queridos, las siempre inesperadas o inoportunas visitas. Pero no es cierto; mis ojos, mi cuerpo, mi corazón, son parte de un heraldo que trae recuerdos de los que no están, se han ido hace mucho, están quizás al otro lado del mundo y no tienen ni remotas esperanzas de volver algún día. El primo que vive en otro país, el hermano que se fue hace mucho, la chica que nunca regresó, de repente, sienten aromas perdidos, ven un color parecido o confunden el rostro de un desconocido con el de alguien del pago y retornan, a veces por unos larguísimos segundos, a la casa aquel...

CALOR Los santiagueños desmienten a Borges

La única conversación posible Ni el día perfecto los salva del pronóstico del infierno, hablan del clima como si fuera destino y se quejan hasta por costumbre El 10 de noviembre fue uno de los días más espectaculares que regaló a Santiago del Estero, el Servicio Meteorológico Nacional. Amaneció con 18 grados, la siesta trepó a 32, con un vientito del noreste que apenas movía las ramas de los paraísos de las calles. Una delicia, vea. Algunas madres enviaron a sus hijos a la escuela con una campera liviana y otras los llevaron de remera nomás. El pavimento no despedía calor de fuego ni estaba helado, y mucha gente se apuró al caminar, sobre todo porque sabía que no sería un gran esfuerzo, con el tiempo manteniéndose en un rango amable. Los santiagueños en los bares se contaron sus dramas, las parejas se amaron con un cariño correspondido, los empleados públicos pasearon por el centro como todos los días, despreocupados y alegres, y los comerciantes tuvieron una mejor o peor jornada de ve...

SANTIAGO Un corazón hecho de cosas simples

El trencito Guara-Guara Repaso de lo que sostiene la vida cuando el ruido del mundo se apaga y solo queda la memoria de lo amado Me gustan las mujeres que hablan poco y miran lejos; las gambetas de Maradona; la nostalgia de los domingos a la tarde; el mercado Armonía los repletos sábados a la mañana; las madrugadas en el campo; la música de Atahualpa; el barrio Jorge Ñúbery; el río si viene crecido; el olor a tierra mojada cuando la lluvia es una esperanza de enero; los caballos criollos; las motos importadas y bien grandes; la poesía de Hamlet Lima Quintana; la dulce y patalca algarroba; la Cumparsita; la fiesta de San Gil; un recuerdo de Urundel y la imposible y redonda levedad de tus besos. También me encantan los besos de mis hijos; el ruido que hacen los autos con el pavimento mojado; el canto del quetuví a la mañana; el mate en bombilla sin azúcar; las cartas en sobre que traía el cartero, hasta que un día nunca más volvieron; pasear en bicicleta por los barrios del sur de la ciu...