Un chico argentino Un fracaso es lo único que se necesita para seguir pensando como siempre y no cambiar de punto de vista Fue una inda entrevista, dijo que vendía los pasajes, se agarraba de un barrote y la hacía girar, porque el motorcito no daba como para que arranque sola. Los chicos trataban de engañarlo, siempre querían dar una vuelta más sin pagar para montar el caballo blanco o el Pluto gigante. El los dejaba colar, porque así conseguía más clientes para la calesita del baldío de La Banda, o sería Clodomira, son tantos años que ya no me acuerdo bien. A veces no basta con hacer bien el trabajo, también hay que quedar bien con los jefes, interpretar qué quieren y qué les están pidiendo, a su vez, desde más arriba, a ellos también. Los buenos empleados a veces son los que hacen medianamente bien su trabajo, pero en ocasiones son los que mejor interpretan ese viento que viene de más arriba, e intentan ir hacia el mismo lado, para no andar despeinados por la vida. Me llevó media tar
Cuaderno de notas de Santiago del Estero