Bokalic consagrando un micrófono Cualquiera puede ser ungido, al menos es lo que se piensa en estos pagos, tan lejos de los corrillos del Vaticano El algoritmo funciona todo el día: mientras usted está en su casa o en el trabajo, compra un chipaco en la esquina o saca dinero del cajero, se baña o llena planillas en la oficina, toma el colectivo para ir al centro o arranca la moto, se corta las uñas de los pies o enciende la hornalla para preparar un mate cocido, mira su WhatsApp para ver si la otra (agendada como “Señor Carpintero”) le mandó un mensaje o se escapa de la oficina para hacer un trámite, ama a su señora o toma un café con amigos en Bonafide, acaricia a sus hijos o apuesta mil pesos al 22 a la cabeza en la agencia Argañaraz. No para, el guacho. ¿Cómo dice? Varios portales de internet de Santiago, casi como un chiste, lanzaron el nombre de Vicente Bokalic Iglic como posible candidato a Papa. Uno, porque es cardenal, como todos los demás; dos, porque, al serlo, perfectamente ...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero