Otro día agradable tendremos hoy los santiagueños
Un día agradable y con cielo despejado aguarda hoy a los santiagueños, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y Meteored. La temperatura mínima andará por los 18 grados centígrados y la máxima podría ser de 30 o 33 grados. El viento correrá casi todo el día del sureste o del noreste, pero no muy fuerte.
Extendido. La lluvia, que supuestamente llegaría el lunes que viene, fue trasladada para el jueves, con suerte. Hasta el miércoles la temperatura subirá un poco todos los días hasta llegar a 36 grados, pero el jueves, tanto si llueve como si no, estará más fresco.
Horarios del sol y de la luna. El observatorio astronómico del Servicio de Hidrografía Naval de la Nación informó que hoy 29 de enero del 2022, en Santiago del Estero, el crepúsculo matutino será a las 6 y 21, el sol saldrá a las 7 menos 14, se pondrá a las 8 y 13 y el crepúsculo vespertino será a las 9 menos 22, luego vendrá la noche que llevará al domingo. La luna, en cuarto menguante, aparecerá a las 4 menos 23 de la madrugada y se pondrá a las 6 y 13 de la tarde.
Azúcar. Los ingenios de caña de azúcar de Santiago del Estero, no fracasaron por un conjunto de maldades que nos hicieron los porteños o los tucumanos, sino por una simple decantación económica. El ferrocarril y las buenas comunicaciones, en general, acomodan las economías regionales, llevándolas allí donde son más aptas. La caña de azúcar no aguanta las heladas frecuentes como las que había en Santiago en aquel tiempo, necesita suelos firmes y no francos como los de aquí y la sal en la tierra le hace mal. ¿Sale igual la planta?, claro que sí, pero es más apta en otros lugares y hacia allí fueron las inversiones.
Adenda. Las modernas generaciones reniegan y se enojan porque las vías de trenes de la Argentina se asentaron sobre durmientes de quebracho colorado que salió de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Chaco. ¿De qué querían que las hicieran?, ¿de copitos de algodón?, ¿de palillos?
©Juan Manuel Aragón
Azúcar. Los ingenios de caña de azúcar de Santiago del Estero, no fracasaron por un conjunto de maldades que nos hicieron los porteños o los tucumanos, sino por una simple decantación económica. El ferrocarril y las buenas comunicaciones, en general, acomodan las economías regionales, llevándolas allí donde son más aptas. La caña de azúcar no aguanta las heladas frecuentes como las que había en Santiago en aquel tiempo, necesita suelos firmes y no francos como los de aquí y la sal en la tierra le hace mal. ¿Sale igual la planta?, claro que sí, pero es más apta en otros lugares y hacia allí fueron las inversiones.
Adenda. Las modernas generaciones reniegan y se enojan porque las vías de trenes de la Argentina se asentaron sobre durmientes de quebracho colorado que salió de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Chaco. ¿De qué querían que las hicieran?, ¿de copitos de algodón?, ¿de palillos?
©Juan Manuel Aragón
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