Sangüi de milanesa del mercado Armonía “En vez de pedirle que rezara Avemarías y Padrenuestros, lo conminó a que hiciera una obra de caridad para borrar sus pecados” Dijo que tenía un pedido. Contó que había ido a visitarlo un cura, llevado por una hija. Recordó quizás con pesar que no había vuelto a comulgar desde que tomó la Primera Comunión y que el sacerdote que le acercaron era uno de esos modernos. —Vino un cura moderno buena onda, todo bien, oquei, con una remera blanca, no vestido de cura, como corresponde —describió. —¿Y? —Ya que me estoy por morir, quería un cura en serio, no esto. —¿Qué te ha dicho? —Que estoy fuerte como un toro, que no me voy a morir, que ya pronto voy a salir del hospital, todas macanas. Sabía que estaba muriendo y justo le llevan ese tipo con muy buenas intenciones, pero que no sabía de qué se trataba su trabajo. Trabajo que no era precisamente mentir a los enfermos sino llevarles consuelo, pero en forma de sacramento no de consolación de vieja beatita d...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero