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Mostrando las entradas etiquetadas como Virgen de Loreto

1750 CALENDARIO NACIONAL Donación

La Virgen de Loreto El 17 de junio de 1750 José Baltasar de Islas dona a Ignacio de Islas una parte de la estancia donde estaba la Virgen de Loreto, para que fuera su cuidador El 17 de junio de 1750 José Baltasar de Islas donó al indio Ignacio de Islas trescientas varas de la estancia donde estaba la Virgen de Loreto, para que fuera su cuidador. Catalina Bravo de Zamora, abuela de José Baltasar, en 1931 había mandado a erigirle una capilla pues le profesaba una gran devoción. Pero la capilla se había ido deteriorando y estaba dañada por temblores que habían tumbado las casas. José Baltasar la reconstruyó y se ocupó de que tuviera un cuidador. La capilla ganó fama, hubo familias que vivían en la estancia que la fueron convirtiendo en un pueblo, primero se llamó Llajta Mauca y a fines del siglo XVIII se empezó a llamar Loreto. La advocación mariana como Virgen de Loreto llegó de la mano de los jesuitas, alrededor de 1589. Así llamaron al primer colegio de Buenos Aires y al Seminario de C

ANIVERSARIO La inundación de Villa Loreto

El viejo templo Hoy se recuerda  la expropiación de tierras para fundar la villa San Martín, que luego se nombrará como  Loreto Por Alfredo Peláez Mi abuelo materno, Ramón Ibáñez, profesor de telar, era loretano. Recuerdo que cuando era niño me solía contar sobre la luz mala y sobre las famosas inundaciones de Villa Loreto y que la gente de la época comentaba que en la punta del caudal de agua y barro se había visto a la Virgen de Loreto. Crecí escuchando esos relatos que no dejaban de sorprenderme. Mi tata decía que a él lo salvo una tía de nombre Aparicia, que yo alcance a conocer. Era muy buena nadadora y se lanzó a las aguas con mi abuelo sobre sus espaldas. De grande descubrimos que esa tia, era en realidad su madre. Navegando por internet busqué aquella historia y en la página de la Fundación Cultural Santiago del Estero encontré un artículo firmado por María Mercedes Tenti que me hizo retornar a mi niñez. Esta es la nota de la señora Tenti: La antigua Villa de Loreto se había id