La fotocopia |
Una salsa ideal para acompañar carnes calientes o comer en porciones
Entre los recortes de recetas que heredé de mi abuela, hay una fotocopia, escrita con una letra que no es de ella. ¿Ha visto que se nota de lejos si una letra es antigua, media, moderna o contemporánea?, bueno, esta es contemporánea, así que calculo que se la habrá dado alguna amiga más joven, no sé.
Se publica, como todo en esta columna, en el convencimiento de que a alguna ama de casa le ha de servir para alguna ocasión especial, cuando tiene invitados o para satisfacer al marido, a los hijos, yernos, nueras y nietos, si los tuviera. Ahí va:
Ingredientes. ½ litro de vinagre de alcohol, ½ kilo de azúcar negra, 2 o 3 mangos (pelados y sin semillas), 1 kilo de duraznos o pelones, 1 kilo de tomates pelados, ½ kilo de pasas de uva sin semilla, 3 pimientos grandes, 1 kilo de cebollas, 1 cucharita de pimienta, sí o no, ají picante al gusto, 2 cucharas de mostaza, 4 cucharitas de sal gruesa, pizcas de nuez moscada, si o no jengibre 3 cucharitas, 2 hojas laurel.
La fruta, 3 a 4 kilos, puede variar o combinar, orejones, tomate solo, blanco de sandía, ciruelas y hasta latas de ensalada de frutas.
Preparación. Todo cortado en pedazos, se hierve más o menos 1 hora, revolviendo con frecuencia hasta que tome punto de jalea o dulce, ¡a fuego lento!
El chutney es una salsa de origen hindú, traída a Europa por los ingleses (eso dicen ellos). Sirve para acompañar carnes frías o calientes y también suele comerse solo en porciones individuales.
Nota. Esta columna estuvo abandonada durante estos días por las fiestas, ¿vio? Hoy continúa, en el convencimiento de que sus pocos lectores la han de aprovechar al máximo.
©Juan Manuel Aragón
La fruta, 3 a 4 kilos, puede variar o combinar, orejones, tomate solo, blanco de sandía, ciruelas y hasta latas de ensalada de frutas.
Preparación. Todo cortado en pedazos, se hierve más o menos 1 hora, revolviendo con frecuencia hasta que tome punto de jalea o dulce, ¡a fuego lento!
El chutney es una salsa de origen hindú, traída a Europa por los ingleses (eso dicen ellos). Sirve para acompañar carnes frías o calientes y también suele comerse solo en porciones individuales.
Nota. Esta columna estuvo abandonada durante estos días por las fiestas, ¿vio? Hoy continúa, en el convencimiento de que sus pocos lectores la han de aprovechar al máximo.
©Juan Manuel Aragón
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