Ir al contenido principal

1965 CALENDARIO NACIONAL Pumas

El try de Pascual

El 19 de junio de 1965 el Seleccionado Argentino de Rugby derrotó por 11 a 6 a los Junior Springboks, de Sudáfrica y fue bautizado como Pumas, por una confusión


El 19 de junio de 1965 nacieron los Pumas al derrotar por 11 a 6 a los Junior Springboks, seleccionado alternativo de aquel país. Tras ese triunfo, el Seleccionado Nacional de Rugby, que llevaba en el escudo un yaguareté, gracias a la confusión de un periodista sudafricano fue apodado Pumas.
El triunfo fue obtenido en el Ellis Park de Johannesburgo, con capacidad para 40.000 personas y lleno de bote a bote, y encaramó, por primera vez, al rugby argentino en el mundo.
El liderazgo de aquel partido fue de Héctor Silva, “Pochola” y los jugadores argentinos protagonizaron una hazaña que quedó grabada a fuego en el rugby argentino. Marcelo Pascual convirtió un try “de palomita” y con ese movimiento le dio la identidad al deporte en nuestro país, con un espíritu que a veces supera las limitaciones técnicas siendo aguerrido y poniendo fuerza.
Aquella gira se llevó adelante entre el 8 de mayo y el 26 de junio de ese año. El equipo era dirigido por Izak Van Heerden, Alberto Camardón y Ángel Guastella, y capitaneado por Aitor Otaño, disputó 16 partidos, de los cuales ganó once, perdió cuatro y empató uno.
En aquella época los tries valían 3 puntos, las conversiones 2, los penales y drops 3. Esto era así debido a la dificultad del manejo de la pelota.
Los forwards fueron Ronnie Foster, Luis García Yáñez, Nicanor González del Solar, Raúl Loyola, Guillermo Mc Cormick, Agustín Silveyra, Aitor Otaño (capitán), Eduardo Scharemberg, Rodolfo Schmidt y Héctor Silva, y formaron como backs Roberto Cazenave, Eduardo España, Adolfo Etchegaray, Enrico Neri, Marcelo Pascual, Eduardo Poggi y Arturo Rodríguez Jurado.
Para Junior Springboks jugaron Pretorius; Serfontein, Ackermann, Van der Schyff, Wiggett; Bladen, Du Preez; Claasen, Slabber, Du Piesanie; Irvine, Claasen; Storm, Van Rensburg y Dercksen.
Después Otaño contaría: “Me acuerdo que el día del primer entrenamiento, en Gimnasia y Esgrima, llovía torrencialmente. En esa época, cuando había mal tiempo no hacíamos nada. Van Heerden llegó y vio que en la cancha no había nadie. Estábamos en el bar, jugando al truco. El tipo nos hizo cambiar inmediatamente. Fueron dos horas infernales de entrenamiento, con saltos de rana y cuerpo a tierra. Había cambiado el método; nos sometió a un trabajo inusual, de extrema dureza. Hacíamos doble turno, mañana y noche, y en el medio trabajábamos. Cuando llegaba a casa, mi mujer me ponía un cartel, al lado de la puerta, que decía: ‘Estamos bien, los chicos crecen’... Fue durísimo, pero vimos los resultados".
El resumen dice que los tantos para los Junior Springboks fueron dos tries de Du Preez. Mientras los Pumas contaron tries de Pascual, España y Loyola y una conversión de Poggi. El árbitro fue Piet Robberttze.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.