Oros en la tarde, óleo de Absalón Argañarás Un muchacho, hecho un hombre, vuelve a Santiago en su primer franco del Servicio Militar, y la familia quiere saber qué ha visto allá lejos Hora i´mate, la familia hizo rueda sobre Miguel. Los muchachos en primera fila y las mujeres un poco más atrás, no era cosa de ellas, qué tanto. Lo recordábamos como un muchacho callado, pero habló desde que llegó hasta que se hizo la noche y luego de catre a catre, pues los hermanos más chicos seguían preguntándole. Estaba flaco, creímos observar que caminaba más derecho y que ahora tenía ojos alertas y una actitud como de hombre mayor. La familia lo esperó contando los minutos desde que supo, por una carta que mandó desde Buenos Aires, que le darían un franco. Tía Pila tenía preparada una sorpresa para el otro día, le cocinaría un estofado de un cabrito gordo, la comida que más le gustaba. Seis meses antes había salido de su casa para hacer el que quizás fuera el viaje más largo de su vida, al Servicio ...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero