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REVERSIÓN Apuntes sobre cine

Mi pobre Angelito

Esta nota fue publicada hace algunos años en Facebook, con algunos retoques, vuelve a la vida

1 La mina se acuesta con el tipo, en la cinta cuentan que fue una noche de desenfreno sexual total. Se levanta de la cama, se tapa entera con una sábana, se hace la sellito. ¿En qué quedamos querida?
2 La película termina cuando la chica se va en avión, a vivir a otra parte: el actor sale a los santos pedos a decirle que la ama. Doble contra sencillo que la alcanza y tu mujer se larga a llorar, no falla.
3 Para Navidad siempre pasan “Mi pobre angelito”. Y a mitad de año, muestran cómo está ahora el pendejo, el actor. Hecho mierda. Capaz que si sabía que iba a quedar así no la filmaba ni mamado.
4 Los títulos siempre están cambiados. Ponele que la película se llama en inglés “The blue window”. Bueno, aquí seguro que le ponen “Un mágico amor borrascoso” o “La leyenda de los osos mimosos”.
5 Lo mejor de las películas es que en una escena un tipo conoce una mina, charla dos palabras y a los dos minutos están en la catrera amasijándose a lo loco. Esas actrices son más rápidas que pedo de buzo.
6 Pensar que nos reíamos con las de Porcel y Olmedo y ¡eran prohibidas para menores de 18 años! Ahora las pasan a la siesta en el canal “Pendejo´s Kid”, aptas para los más chiquitos.
7 Culpa del cine uno no puede decirle a la novia “qué te parece si nos casamos, Gordita”. Tiene que arrodillarse, mostrar un anillo (cuesta un huevo), preguntarle “do you married me?” y filmarlo. Toda una mariconada.
8 El mejor actor argentino de todos los tiempos es Johny Tolengo en “El Majestuoso”. Los demás: Darín, Bebán, Alfredo Alcón, Alterio, Sergio Renán, Norma Aleandro, la Coca Sarli, ¡a aprender al campito!
9 Nada mal esas películas de Cantinflas, son todo lo graciosas que usté quiera, pero te lo habla entre dientes, es mejicano, dice todo rapidito y no se le entiende un carajo. Aguante el Chavo.
10 Las de Gardel tienen menos argumento que las porno. Se salvan porque cada día canta mejor, que si no, no las miraba ni el loro.
11 Al otro Carlitos, a Chaplín, digo, no hay con qué darle. Sus cintas tienen como mil años, las puedes ver ochenta veces y te sigues cagando de risa.
12 Cuando me quiero tirar de qué, digo que me gusta el cine iraní, de Akira Kurosawa. ¡Ah!, ¿no es iraní?, ¿y qué es?, ¿ponja? Bueno, igual, los muchachos del café no saben y creen que entiendo.

©Juan Manuel Aragón

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