Alfredo Yabrán |
El 24 de octubre del 2001, Domingo Cavallo, enjuiciado por los hijos de Alfredo Yabrán, reconoce no tener pruebas de sus acusaciones
El miércoles 24 de octubre del 2001, Domingo Felipe Cavallo, enjuiciado por los hijos de Alfredo Yabrán, reconoció no tener pruebas de sus acusaciones.Ese día, en un escrito de dos carillas, afirmó haber actuado de buena fe, empero señaló: "Los hechos no han podido ser comprobados judicialmente. Tampoco he obtenido nuevos elementos que refuercen mis dichos. Por esa razón no he vuelto a insistir en mis acusaciones".La causa había comenzado seis años antes cuando el entonces ministro de Economía denunció en el Congreso que Yabrán era el jefe de una mafia enquistada en el poder y, como casi todas las acusaciones que se hacen en la Argentina, se demostró que era una mentira y que Cavallo no tenía ninguna prueba para denunciar esa supuesta mafia.Los herederos de Yabrán y Cavallo llegaron a un acuerdo privado para cerrar la causa en la que el ministro había mentido delante de todos los argentinos, al decir que Yabrán formaba parte de una mafia enquistada en el poder.
Tras un acuerdo al que llegaron los herederos de Yabrán y Cavallo, el juez federal Jorge Ballestero sobreseyó al ministro por los delitos de calumnias e injurias luego de homologarlo judicialmente y consideró extinguida la acción penal.
Las calumnias y las injurias son delitos de acción privada, es decir que la justicia sigue en curso si lo desean las partes, en este caso, por lo tanto, el juez Ballestero cerró la causa, ya que no le quedaba otra opción.
La familia Yabrán había pedido una retractación para desistir de las causas contra Cavallo. El ministro no admitió eso, pero aceptó que no tiene evidencias para sostener sus dichos, que es casi lo mismo.
La disputa entre Cavallo y Yabrán comenzó el 23 de agosto de 1995. Ese día el ministro había ido a la Cámara de Diputados, que estaba tratando la ley de correos, y denunció a Yabrán por delitos gravísimos. Se trataba de un empresario que hasta entonces era casi desconocido para la mayoría de la gente. Desde entonces, y hasta que se mató de un tiro en la boca, Yabrán fue sospechoso de liderar un grupo mafioso.
Cavallo había ensuciado sin pruebas a un empresario, una acción que antes y después de él fue práctica común en muchos otros funcionarios, que no supieron de qué otra manera influir en la política más que cayendo en el delito de calumnias.
©Juan Manuel Aragón
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