Escena de la vida cotidiana en Gaza |
La organización terrorista de Gaza obtiene cuantiosos ingresos de Qatar, en forma legal y canalizado por las Naciones Unidas para “proyectos civiles”
“Mientras la mayor parte de Gaza vive al día, Hamás obtiene ingresos de seis cifras”, dice el sitio israelí Ynet. Agrega: “Utilizando criptomonedas, el contrabando de narcóticos y bienes raíces, Hamas ha sido diligente en asegurar los fondos necesarios para fortificar el enclave mientras planea atacar a Israel”. Entretanto, sostiene, más de 4 de cada cinco habitantes de Gaza viven por debajo del umbral de pobreza y el desempleo llega a la mitad del enclave. “Sin embargo, parece que sus señores oficiales, Hamás, no experimentan tales dificultades financieras, ya que habitualmente invierten sus fondos en reabastecer armas, cohetes y una serie sustancial de túneles subterráneos. Las estimaciones sugieren que su presupuesto anual alcanza los 350 millones de dólares.
Luego Ynet se pregunta de dónde viene el dinero de Hamás.
Respuesta: una parte considerable es legal y proviene de un enorme paquete de ayuda de Qatar canalizado a través de la Organización de las Naciones Unidas. Es un acuerdo con el que Israel no sólo se siente cómodo, pero cuenta con la bendición y aliento internacional desde que Hamás llegó al poder hace 17 años.
Un funcionario qatarí dijo a NBC News que entre el 2012 y el 2021, Qatar ayudó a Gaza por 1.490 millones de dólares para “proyectos civiles palestinos en Gaza”. Insistió en que los fondos no están dirigidos específicamente a Hamás.
“La ayuda de Qatar está totalmente coordinada con funcionarios israelíes, norteamericanos y de las Naciones Unidas. Todos los bienes, como alimentos, medicinas y combustible, pasan por Israel antes de ingresar a la franja de Gaza. El gobierno israelí es plenamente consciente de los fondos”.
El ex director de la Central de Inteligencia Norteamericana, John Brennan, explicó que Estados Unidos se sentía notablemente incómodo con este acuerdo, pero era plenamente consciente de las condiciones humanitarias dentro de Gaza. Empero, la distribución de fondos no tiene ningún mecanismo de supervisión, a pesar de las afirmaciones de Qatar. Por supuesto, los fondos procedentes de representantes iraníes y de la propia República Islámica, obtenidos mediante extorsión, drogas y operaciones de contrabando en América del Sur, tampoco se controlan.
Para colmo, Hamás impone impuestos a los más vulnerables de Gaza, cobrando aún más por los bienes de contrabando, asegurando un flujo de ingresos de cerca de 450 millones de dólares al año. Las sanciones internacionales se eluden mediante inversiones inmobiliarias en todo el mundo, por valor de 500 millones al año, utilizando principalmente criptomonedas para evitar el control global, con un efecto limitado.
En el verano del 2020, autoridades norteamericanas confiscaron millones en activos de criptomonedas controlados por organizaciones terroristas, una de las cuales era Hamás. Un año después, Israel se apoderó de varios activos criptográficos de Hamas, por un valor aproximado de 8 millones de dólares.
©Ramírez de Velasco
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