Homenaje en el Kotel, con 1400 velas encendidas |
El 7 de octubre, terroristas palestinos cruzaron la frontera para masacrar a inocentes; el Estado Judío no cesará de buscar a los rehenes que tomaron
El terrorismo, como bien lo saben los argentinos, es el uso continuo y planificado de la violencia para obtener un rédito político. Es uno de los métodos más crueles de ejercer la violencia, independientemente de quién lo ejerza o qué resultados pretenda obtener.
Fue terrorismo de Estado el que impuso en la Argentina el Estado cubano en la década del 60 y el 70 y fue terrorismo de Estado el que aplicó el Estado argentino para repeler aquel cobarde ataque de una nación extranjera.
También es terrorismo puro y duro el que ejerce el grupo árabe musulmán Hamás contra la población israelí. Hoy se cumple un mes del último artero ataque de cobardes fuerzas paramilitares de Gaza en territorio israelí.
Cualquiera está en su derecho de simpatizar con “la causa palestina”, siempre que tenga argumentos para defenderla. Pero no es posible entender ni justificar un ataque masivo, aleve y a traición de jóvenes que estaban en una fiesta y de familias enteras masacradas en sus casas. Tampoco el hecho de haberse llevado rehenes inocentes, algunos niños, porque es una acción que va en contra de lo más elemental del derecho de gentes.
El hecho es que una y otra vez, a lo largo de los años, Israel ofreció una salida consensuada del conflicto y siempre la respuesta fue la misma, la violencia. El mundo ha sido testigo, en tiempos de filmaciones instantáneas dadas a conocer urbi et orbi, de jóvenes terroristas palestinos jactándose de los judíos que mataron y los padres alegrándose por los asesinatos.
Hoy se cumple un mes de aquella artera agresión y los israelíes han salido en forma desesperada a rescatar a sus cautivos, no han dudado en usar cualquier método para hallarlos vivos.
Acude en ayuda de Israel un submarino nuclear de Estados Unidos con misiles
Tomahawk de largo alcance y ojivas
nucleares |
Dada la supremacía militar, estratégica y de preparación y armamentos, de los israelíes, es muy posible que muchos civiles palestinos terminen siendo muertos en una guerra inútil y sin final feliz.
Si una sola oveja se aparta, el pastor dejará el resto del rebaño y hurgará montañas, valles y praderas hasta hallarla. Es de esperar que el terrorismo, que ha sembrado de sangre países tan lejanos como la Argentina e Israel, esta vez se apiade y libere a sus víctimas. De otra manera, un horizonte de sangre y muerte se cierne sobre Oriente Cercano.
©Ramírez de Velasco
Si una sola oveja se aparta, el pastor dejará el resto del rebaño y hurgará montañas, valles y praderas hasta hallarla. Es de esperar que el terrorismo, que ha sembrado de sangre países tan lejanos como la Argentina e Israel, esta vez se apiade y libere a sus víctimas. De otra manera, un horizonte de sangre y muerte se cierne sobre Oriente Cercano.
©Ramírez de Velasco
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