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Si hay discusiones en que nadie se pone de acuerdo sobre el significado de las palabras, bueno es desmenuzarlas para saber qué quieren decir
Es posible que muchas de las discusiones que se dan hoy en día, partan de una diferente concepción que tiene todo el mundo del significado de algunas palabras. Términos que son del habla común de mucha gente, sin embargo, suenan distinto al oído de cada una de ellas. Los hombres detestan el desacuerdo por cuestiones mínimas, por no haberse podido poner de acuerdo, en un debate político, sobre lo que quieren decir términos como liberalismo, comunismo, democracia. O no saber cómo definir, cuando se habla de fútbol, qué es juego bonito. Por dar dos casos, solamente.Pero, ¿qué es detestable? El diccionario avisa que es “abominable, execrable, digno de aborrecimiento”. Pero, ¿es lo mismo detestable, que abominable o execrable? Al parecer no, amigos. Detestable es lo que merece condena o censura. Execrable, lo que merece maldición. Abominable, lo que causa escándalo.
Detestable tiene un uso general en la lengua española. Todo lo que se hace mal es detestable. Si alguien no es feliz en el ejercicio de las palabras, tiene una detestable conversación. Otro aproxima mucho su semblante para hablar, es una detestable costumbre. Se habla del orgullo, de la necesidad, de la embriaguez, de la murmuración: son todos vicios detestables.Execrable, en cambio, se aplica a hachos de orden moral, dominando la idea de una perversidad sin límite; perversidad tan grande que no teniendo entre los hombres castigo que baste, merece ser maldita. La crueldad del comisionado municipal del pueblo aquel, que al segundo día de asumir empieza a remodelar su casa a todo culo y se presenta ante su pueblo con un auto último modelo, es de una crueldad execrable.
Abominable, en cambio, se refiere a todo atentado cometido contra la idea de Dios, de sus templos, de sus sacerdotes, de sus vírgenes. Abominación, en el lenguaje de la Santa Biblia, quiere decir ídolo. De manera que, propiamente hablando, abominación es lo mismo que idolatría, esto es, adoración a una falsa divinidad. Por extensión, se llama abominación a todo lo impío.
En Asia y aun en Grecia, se celebraban todos los años ciertas solemnidades en que se convertía la deshonestidad más escandalosa en honor divino. Tales fiestas eran otras tantas abominaciones.
Lo detestable puede consistir en un defecto, en un mal hábito, en una manía, en cualquier capricho.
Lo execrable supone un gran crimen, una espantosa depravación del sentimiento.
Lo abominable es una gran impiedad, una espantosa depravación de la creencia.
Lo detestable puede hacer reír.
Lo execrable hace palidecer.
Lo abominable hace rezar.
Es detestable un hablador.
Es execrable un asesino, un parricida.
Es abominable un sacrílego.
Sigue ahora completar la nota diciendo que en latín detestable es detestabilis, en italiano detestabile, en francés détestable, y en catalán detestable nomás.
Si alguien tiene algo para agregar al tema, lo escribe abajo y lo comparte con todos, ayudando al desburramiento del autor de estas notitas y de algún que otro lector.
©Juan Manuel Aragón
A 18 de enero del 2024, en La Dársena. Sacando mojarritas
Buen día.
ResponderEliminarSoy Pilpinto Santos y quiero hacer una pregunta q me causó curiosidad . En mi pago había unos changos q jugaban al amor con las burras y uno q le decía mientras se prendía de la verija " hay mi amor si te pudiera besar " ja ja Eso es destetable o como es ?
Eso es perversión.
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