Severino Varela |
El 26 de septiembre de 1943 Boca Juniors vence a River Plate por 2 a 1, con dos goles de Severino Varela que, a partir de entonces es conocido como la “La Boina Fantasma”
El 26 de septiembre de 1943, Boca venció a River en el Superclásico por 2 a 1, con sendos goles del delantero uruguayo Severino Varela Puente. Ese partido es recordado porque uno de sus goles fue señalado de cabeza, con una espectacular palomita, pegando a la perfección un centro de Lucho Sosa. Desde esa tarde, Varela empezó a ser conocido como "La Boina Fantasma", haciendo referencia a la boina blanca con la que jugaba. En su paso por el club xeneize, Varela fue campeón en 1943 y en 1944.Varela era uruguayo, nacido en Montevideo, Uruguay, el 14 de septiembre de 1913 y que murió el 29 de julio de 1995. Jugaba como delantero y formó en las filas de algunos de los clubes más grandes e importantes, tanto de Uruguay como de Argentina.Tiene el récord de ser el futbolista uruguayo con mayor cantidad de goles convertidos en la Copa América. Con la Selección de Fútbol de Uruguay la ganó en 1942.
Es considerado un ídolo de Boca Juniors de la década del 40, en la que logró tres títulos, en los campeonatos de Primera División de 1943 y 1944, siendo importante en ambos certámenes, y la Copa de Confraternidad Escobar-Gerona, organizada por la AFA y la AUF, en 1945.
Su primer club fue el River Plate de Montevideo. Jugó en Peñarol y Boca Juniors en las décadas de 1930 y 1940. Con Boca ganó dos torneos nacionales (1943 y 1944) y se destacó por la cantidad de goles que le convirtió a River Plate, como el de palomita, ya narrado, que lo hizo de palomita y sin sacarse la boina.
Varela se destacaba por jugar con una boina blanca puesta, como resultado de un convenio publicitario, mucho antes de que tales convenios se realizaran. En 74 partidos que jugó para Boca hizo 46 goles; a River le hizo 5 goles en seis partidos, convirtiéndose en un verdadero verdugo del club Millonario. En 1945, Boca le otorgó un cheque en blanco para que el pusiera las cifras, pero como era honesto y justo dijo: "No quiero llevarme la plata que no puedo ganarme". Severino volvió a Peñarol, club en el que permaneció hasta 1947.
En 1949, Boca había cumplido la peor campaña de su historia, y estaba a punto de descender, Severino se ofreció a jugar gratis, para ayudar a su querido club, pero los dirigentes no querían, finalmente Boca no descendió y permaneció en primera hasta la actualidad. Más adelante en 1954, Boca estaba logrando un título local, luego de 10 años, de aquel glorioso 1944, y Severino fue como invitado desde Montevideo y dio la vuelta olímpica junto con los jugadores, siempre con su sonrisa y también su infaltable boina blanca, que tantos recuerdos y alegrías les dio a los hinchas xeneizes.
Ha sido internacional con la Selección de fútbol de Uruguay en 40 oportunidades, marcando 29 goles.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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