La expulsión de los judíos El 31 de marzo de 1492 los Reyes Católicos promulgaron el Decreto de la Alhambra sobre expulsión de los judíos de todos sus reinos El 31 de marzo de 1492, apenas tres meses después de la conquista del reino nazarí de Granada, los Reyes Católicos promulgaron el Decreto de la Alhambra sobre expulsión de los judíos de todos sus reinos. Este decreto otorgaba a los súbditos judíos un plazo hasta el 31 de julio del mismo año para decidir entre aceptar el bautismo cristiano o abandonar para siempre el país. Aunque se les permitía llevarse sus pertenencias, excepto oro, plata o dinero, la medida causó un éxodo masivo que dejó una marca indeleble en la historia. La justificación dada en el preámbulo del edicto era la supuesta "recaída" de muchos conversos al judaísmo, influidos por la presencia de judíos no conversos que los animaban a mantener su fe. Una delegación de judíos, liderada por Isaac Abravanel, intentó negociar con los Reyes Católicos ofreciendo
Cuaderno de notas de Santiago del Estero