El recorte |
Un plato clásico de las fiestas de fin de año
Por alguna razón los argentinos solamente comemos algunos platos cuando llegan las fiestas de fin de año. Nadie ha dicho que no sean aptos para todo tiempo ni que se hagan con verduras o frutas de estación, pero solamente estamos dispuestos a ellos en Navidad y Año Nuevo.
Uno es el clásico, exquisito y nunca bien ponderado vitel toné, manjar italiano que quizás allá ya no se coma, pero aquí sigue siendo uno de los preferidos de chicos y grandes, antes de la hora del brindis. Pero, basta de palabras y vamos a la receta.
“Ingredientes. Un kilo de peceto, un ramito de verduritas, 4 cucharadas de vinagre, sal a gusto, 200 gramos de atún en aceite, 6 filetes de anchoas limpias, 2 limones grandes, 2 yemas, 2 cucharadas de alcaparras, aceite, cantidad necesaria.
“Preparación. Hervir agua en una cacerola como para cubrir la carne, agregar las verduritas limpias y el vinagre. Tapar y cocinar lentamente hasta que la carne esté tierna. Entibiar en el líquido y luego y luego dejar enfriar en una fuente.
“Reducir a puré el atún y las anchoas, agregar las yemas, el jugo de los limones y unir todo bien. Verter luego, poco a poco, el aceite, revolviendo para obtener una salsa algo chirle. Salarla a gusto.
“Cortar la carne en tajadas y colocarlas en una fuente sin encimarlas demasiado, cubrirlas con la salsa y esparcir encima las alcaparras. Mantener en frío hasta el momento de servir, adornando con ramitos de perejil.”
No es gran cosa, pero alguna gente cree que no ha pasado las fiestas si no ha comido este plato. Nosotros nos conformamos con un Padrenuestro y tres Avemarías. Para qué más, oiga, si no se acaba el mundo.
©Juan Manuel Aragón
“Preparación. Hervir agua en una cacerola como para cubrir la carne, agregar las verduritas limpias y el vinagre. Tapar y cocinar lentamente hasta que la carne esté tierna. Entibiar en el líquido y luego y luego dejar enfriar en una fuente.
“Reducir a puré el atún y las anchoas, agregar las yemas, el jugo de los limones y unir todo bien. Verter luego, poco a poco, el aceite, revolviendo para obtener una salsa algo chirle. Salarla a gusto.
“Cortar la carne en tajadas y colocarlas en una fuente sin encimarlas demasiado, cubrirlas con la salsa y esparcir encima las alcaparras. Mantener en frío hasta el momento de servir, adornando con ramitos de perejil.”
No es gran cosa, pero alguna gente cree que no ha pasado las fiestas si no ha comido este plato. Nosotros nos conformamos con un Padrenuestro y tres Avemarías. Para qué más, oiga, si no se acaba el mundo.
©Juan Manuel Aragón
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