La Niña
El 22 de diciembre de 1984 falleció César Fermín Perdiguero, salteño. Trabajador de la cultura, periodista, poeta, músico, animador de festivales y creador de fiestas para Salta como la Serenata a Cafayate. Su último libro publicado en vida Antología del Cerro San Bernardo, está lleno de historias de Salta. Cuando joven formó un dúo con Eduardo Falú.Fue un cronista de la salta tradicional y puso gracia, intención, color, ternura y fino humor en sus Crónicas de la Salta de antes. Fue el primero en firmar una letra para una canción de Eduardo Falú.Estuvo muy vinculado al folklore y fue el organizador de encuentros de la música tradicional argentina, tanto en Salta como en Córdoba. Además, fue profesor y un escritor que incursionó en política siendo elegido diputado provincial.Fue periodista de El Tribuno, diario salteño en que publicó mucho tiempo, notas sobre sucesos lugareños con mucha aceptación entre el público, firmadas con el seudónimo Cochero Joven; llegó a sr Jefe de Redacción de ese periódico. También publicó en la revista Folklore y animó el festival folklórico de Cosquín, la más importante y multitudinaria asamblea del canto popular argentino.
Fue miembro del Instituto de Estudios Históricos San Felipe y Santiago. Escribió los libros “Calixto Gauna”, “Cosas de la Salta de antes” y “Antología del cerro San Bernardo”.
Fue autor, con Falú, de Tabacalera y La niña, con Manuel Castilla y Gustavo Leguizamón de Zamba de Anta, con Daniel Toro de Esta noche canta Salta, con Fernando Portal de Estoy de vuelta y de Guitarreando con César Isella, entre casi 30 piezas registradas.
Había nacido el 7 de mayo de 1921, en Salta, cuando murió tenía 63 años.
Una escuela de su ciudad natal lleva su nombre, lo mismo que calles de San Lorenzo, Campo Quijano, Rosario de Lerma, en su provincia, en Cosquín, Córdoba y otros lugares.
Como ejemplo de su escritura, a continuación su poema La Niña, a la que Eduardo Falú le puso música.
Era deudor y le pago,
niña de mi corazón,
quiero cantar en su halago,
la zamba que debo yo.
Quiero cantar en su halago,
la zamba que debo yo.
Con una copla andariega,
hasta Lumbreras llegué,
y al divisarla en la tarde,
por su nombre pregunté.
Y al divisarla en la tarde,
por su nombre pregunté.
Estribillo
De un manantial,
vino su voz,
niña te llaman los criollos,
niñita te llamo yo.
Niña te llaman los criollos,
niñita te llamo yo.
II
Al monte cayó una estrella,
y al otro día con el sol,
las aguas tristes del río,
lagrimearon mi canción.
Las aguas tristes del río,
lagrimearon mi canción.
De cuando en cuando regreso,
para dejarle una flor,
sobre su ausencia que se hace,
río crecido del adiós.
Sobre su ausencia que se hace,
río crecido del adiós.
©Juan Manuel Aragón
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