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1239 ALMANAQUE MUNDIAL Corona

La Corona de Espinas del Señor

El 11 de agosto de 1239 llega al Sena la corona de espinas del Señor, que en el 2019 se salvó de ser consumido por las llamas, en el incendio que de Notre Dame de París

El 11 de agosto de 1239 llegó al Sena la corona de espinas del Señor. Estuvo entre los pocos objetos que se salvaron de ser consumidos por las llamas, en el incendio que casi acaba con el templo de Notre Dame, el lunes 15 de abril del 2019.
Los instrumentos de la Pasión de Cristo se resguardaban desde el siglo IV, según relataron peregrinos que llegaron hasta Jerusalén. En particular se destacaba la Vera Cruz, rescatada en el año 326 por Santa Helena, madre del emperador Constantino.
Entre los siglos VI y VII, las reliquias fueron transferidas a Constantinopla en la capilla de los emperadores bizantinos para protegerlas de los saqueos como los sufridos en el Santo Sepulcro ante las invasiones persas.
En 1238, Baduino II de Courtenay, el último emperador latino de Constantinopla, estaba en grandes dificultades financieras y le propuso al rey de Francia Luis IX, futuro santo, que se encargue de la corona de espinas, oferta que aceptó. Pero los regentes del imperio ya habían ofrecido las reliquias a banqueros venecianos y por lo tanto San Luis tuvo que recompensarlos.
El 11 de agosto de 1239 el Rey recibió 22 reliquias y el 19 de agosto la procesión llegó a París, el rey abandonó su atuendo real, se colocó una sencilla túnica y, descalzo, ayudado por su hermano, llevó la Santa Corona hasta Notre Dame de París, según narran viejas historias.
Decidió edificar un relicario a la medida de estos objetos que habían estado, según la tradición, en contacto con Jesucristo: la Santa Capilla. Durante la Revolución Francesa las reliquias fueron enviadas a la abadía de Saint Denis y, sin sus relicarios, a la biblioteca nacional.
"Tras el Concordato de 1801 (entre la Francia de Napoleón y el Vaticano), la Santa Corona se entregó en 1804, junto con otras reliquias, al Arzobispo de París, quien las colocó como parte del tesoro de la Catedral el 10 de agosto de 1806, donde se conservaban hasta ahora.
Hasta antes del incendio, la Santa Corona de Espinas era venerada los primeros viernes de mes, los viernes de Cuaresma y el Viernes Santo.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

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