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Mostrando las entradas etiquetadas como terneros

ANIMALES La biblioteca y la televisión

El zorro y sus libros A continuación, una explicación sobre las posibles causas que llevaron a la destrucción del bosque Eran cosa seria las bibliotecas del pago, cuando estaba repleto de animales. Mi mamá sabía decir: “Si quieres conocer cómo es una familia, pedí permiso, vete al baño y observalo, pero si quieres saber cómo piensa, mirá su biblioteca”. En la casa de los leones había libros que explicaban cómo cazar corzuelas, terneros, potrillos, cabras. En la casa de las corzuelas no faltaba el ejemplar del famoso texto “Yo escapé del león y le cuento cómo hice”. Tampoco faltaban la Historia Argentina de José María Rosa, diccionarios, una o dos enciclopedias, novelas, revistas y hasta colecciones de Selecciones del Reader Digest, según los particulares gustos de los dueños de casa. A cualquiera le bastaba un golpe de vista para darse cuenta de los pensamientos literarios, políticos, sociales, económicos del padre de familia. Nunca necesité ir al baño. Eso que mi madre decía que no e

ZOOLOGÍA Muerte del carancho

Carancho Una historia casi humana para leer, debatir y compartir Cualquiera dice ´carancho´ y es como si escupiera la palabra, pero tiene un noble linaje, como que así se llamaba el indio chileno Lautaro (Leftraro) , que quiere decir algo así como “Carancho veloz”. De hecho, en Chile al carancho le dicen ´traro´. Es ave que comparte espacio vital con el hombre o se aprovecha de sus actividades. Habita caminos y carreteras y se alimenta de los animales que chocan los autos. También ataca terneros, corderos, cabritos, comiéndoles los ojos o el upiti , para debilitarlos progresivamente. En algunas partes, en el campo, come los pollos de las gallinas, por eso resulta particularmente antipático y es perseguido. Las enormes bandadas de teros que solía haber hasta hace un año en l a nueva Costanera de Santiago, del Natatorio al sur , fueron erradicadas casi del todo por los caranchos. Ave jodida, en su vuelo de baja altura detectaba las nidadas y se abalanzaba sobre los huevos y los pequeños