A cargo de la diócesis de Armagh |
En 1581 nació James Ussher, obispo anglicano en Irlanda, calculó la antigüedad de la Tierra, basado en la Biblia
En 1581 nació en Dublín, Irlanda, James Ussher. Fue un obispo anglicano, a cargo de la diócesis de Armagh, en Irlanda del Norte, que calculó, en base a la Biblia, la antigüedad de la Tierra.Determinó que la Creación fue a las seis de la tarde del sábado 22 de octubre del 4004 antes de Cristo. Según sus cálculos, Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso el lunes 10 de noviembre de ese año. Estableció que el Diluvio Universal terminó el miércoles 5 de mayo de 2348 antes de Cristo.Este prelado anglo-irlandés de la iglesia anglicana, fue memorable por su actividad en la política religiosa y por su trabajo sobre textos patrísticos, especialmente la cronología del Antiguo Testamento.Ordenado sacerdote en 1601, se convirtió en profesor y dos veces vicecanciller en la universidad donde recibió su licenciatura, el Trinity College, Dublín. Fue nombrado obispo de Meath en 1621, arzobispo de Armagh en 1625 y primado de toda Irlanda en 1634.
Estuvo en Inglaterra en 1642, cuando estalló la Guerra Civil, y nunca regresó a Irlanda. Como se había ganado el respeto de los anglicanos y de los puritanos, propuso en 1641 un método para combinar las formas episcopal y presbiteriana de gobierno eclesiástico en la Iglesia de Inglaterra.
Monárquico, aconsejó en vano a Carlos I que no aceptara la ejecución en 1641 de Thomas Wentworth, conde de Strafford, para apaciguar al Parlamento. Fue brevemente obispo de Carlisle en 1642 antes de mudarse a Oxford. Al rechazar una invitación para unirse a la Asamblea de teólogos de Westminster, predicó en contra de su legalidad. De 1647 a 1654 fue predicador en Lincoln's Inn, Londres.
Escribió extensamente sobre el cristianismo en Asia Menor, sobre el episcopado y contra el catolicismo romano. Experto en lenguas semíticas, defendió la confiabilidad del texto hebreo del Antiguo Testamento y empleó a un agente en el Medio Oriente para recopilar manuscritos bíblicos y de otro tipo para él.
Los eruditos aún lo respetan por su distinción correcta entre las epístolas genuinas y las espurias de San Ignacio de Antioquía del siglo II, sobre las cuales publicó trabajos en 1644 y 1647. El público en general puede hallar Biblias que perpetúan sus investigaciones cronológicas (publicadas en 1650), que fecha la creación del universo en el 4004 antes de Cristo. Esta fecha fue ampliamente aceptada en el mundo occidental hasta el siglo XIX.
Tenía una excelente biblioteca, que ahora está en la Universidad de Dublín.
Murió el 21 de marzo de 1656.
En la actualidad hay quienes, al detallar sus investigaciones sobre el nacimiento del mundo, afirman que era católico, al sólo efecto de seguir desprestigiando a esta religión. Sirva este escrito para demostrar, primero que era un estudioso respetado y segundo que no era católico sino anglicano. Pero, ya le buscarán el pelo al huevo.
©Juan Manuel Aragón
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