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1986 AGENDA PROVINCIAL San Germes

El ingenio azucarero de San Germes

El 7 de octubre de 1986 una ordenanza municipal, que lleva el número 1.345 le dio al parque sur el nombre de San Germes


El 7 de octubre de 1986 una ordenanza municipal, que lleva el número 1.345 le dio al parque sur el nombre de San Germes. El homenajeado era Pierre Saint Germain, que había traducido su nombre a Pedro San Germes, inmigrante francés, pionero industrial en la provincia y filántropo. Hoy el parque se llama Mario Bonacina.
Cerca de 1870, instaló un molino harinero a vapor en Santiago junto a Cánepa, que estaba construyendo importantes edificios en la ciudad. Estaba detrás de lo que ahora es el teatro "25 de Mayo". En 1871, en la Exposición Nacional de Productos del Suelo e Industria Argentina organizada por el presidente Domingo Faustino Sarmiento, San Germes envió muestras de su producción, obteniendo premios por la calidad de sus harinas.
En 1875, viajó a Francia para encargar maquinaria destinada a su futuro ingenio azucarero. En su ausencia, dejó sus negocios bajo la supervisión de su hermano Juan. Antes de partir, se celebró en Santiago del Estero un banquete en su honor, al que asistieron personalidades destacadas como Agustín Olmedo, veterano de la Guerra del Paraguay, y otros funcionarios. En 1878, vendió su molino harinero por 40.000 pesos bolivianos y, con ese capital, inauguró el 31 de julio de 1879 el ingenio azucarero "Contreras", ubicado a cinco kilómetros al sur de la ciudad.
Se destacó por su generosidad y altruismo. Solía llevar gratis a inmigrantes europeos, en sus carretas, además de ofrecerles comida y apoyo. Donó fondos y presidió comisiones filantrópicas, brindando ayuda durante las epidemias de cólera de 1874 y 1886, así como en las inundaciones que afectaron la región.
El ingenio "Contreras" fue una de las industrias más avanzadas de la época, reconocida por su calidad y tecnología. Las máquinas, fabricadas en Francia por la firma Fives Lille, fueron traídas al país gracias a Adolphe Manigot. La fábrica, bajo la dirección del ingeniero francés Camilo Bouvier, produjo la mejor clase de azúcar y fue elogiado tanto por industriales como por el gobierno. En 1880, el gobernador Pedro Gallo mandó acuñar una medalla en su honor, reconociendo su aporte a la industria azucarera.
En 1889 envió muestras de su azúcar a la Exposición Mundial de París, y obtuvo una medalla y un diploma de reconocimiento. Su ingenio poseía tecnología avanzada, como luz eléctrica y el primer teléfono provincial. Sin embargo, a pesar de su éxito, se enfrentó a problemas financieros y falta de apoyo oficial. Abrumado por las deudas, se arrojó al trapiche de su ingenio y murió.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

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