Ir al contenido principal

CASAMIENTO Una morocha de rulos

Fiesta de casamiento (archivo)

“Uno se daba cuenta, con sólo oírlo, de que era un converso, porque llevaba prendidos como abrojos los principios fundamentales de su fe"

“En el cerro había un indio, me acerqué. Dijo que tenía sed y yo que soy previsor, en vez de llevar una cantimplora, tenía dos, así que le di una”, repite el hombre, con voz monótona y tonada tucumana, pesada, ramplona, ordinaria. Y uno piensa, “¡ay, mamita!, había ochenta lugares para sentarse en este casamiento y justo vengo a estar al lado de este pesado como collar de sandías”. Lo peor es que a la altura de las empanaditas ya estaba muy aburrido. Una tortura.
El hombre sigue sacando a relucir su oratoria `ñiú eish´, que copió de la tele. No vale la pena explicarle que los mitos y leyendas aborígenes son un invento para los porteños, así les mostramos lo que podríamos llamar el pensamiento vivo de los indígenas, porque si les decimos que creen en la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica, quizás no vuelven más a visitarnos, porque los porteños buscan que sean indios de verdad, ¿entiende?, algunos hasta se ponen plumas para que los turistas lo reconozcan y todo.
Uno se daba cuenta, con sólo oírlo, de que era un converso, porque llevaba prendidos como abrojos los principios fundamentales de su fe, esos que sirven para afirmarse en las diferencias con los demás cultos. Pero en vez de decirle eso, me decidí a acecharlo, con paciencia, técnica que siempre, pero siempre, siempre me dio resultados en el pasado.
Mientras pasábamos la suprema de pollo con papas españolas y el hombre seguía con su parloteo y me dediqué a observar a una morocha de rulos que parecía que estaba fenomenal, pero estaba sentada en otra mesa.


Hasta que en un determinado momento el hombre dijo algo así como que “la Pachamama es una deidad auténtica de los pueblos originarios”. Le presté atención y agregó, para darse importancia, “la Pachamama es la madre tierra”. Entonces lancé el anzuelo. “¿Cómo dice?”. El tipo me miró con aires superiores y me explicó que, en quechua, (juro que dijo quechua y no quichua), “pacha” es tierra y “mama” es madre. “Creo que no”, respondí. “¿Cómo que no?”, afirmó medio inseguro y todos en la mesa nos miraron con atención. “Tierra se dice ashpa” y le aclaré: “¡Báh, pero es para los que sabemos alguito de quichua”. El tipo, colorado, quiso discutir, pero ya no lo atendía, sino que me puse a buscar en mi telefonito, hallé un diccionario quichua-castellano y le mostré la definición.
No sé si me quedó odiando o no, supongo que sí, pero no me interesa, porque nunca en la vida lo volví a cruzar por ninguna parte. Después del vals, saqué a bailar a la morocha de rulos que, ya de cerca no estaba tan buena como parecía. Era prima del novio.
Juan Manuel Aragón
A 11 de noviembre del 2024, en el Viejo Molino. Recordando a una —de tantas— que me dijo que no.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Lindo relato. Qué se va hacer!!! Quechua quichua, pacha tierra, en fin cosas de la nueva incultura que yo, la verdad, no entiendo. Menos mal que no tengo ya mesas de examen de ningún tipo.

    ResponderEliminar
  2. Parece que el traductor de lengua materna estaba preocupado más que por decir lo que escuchaba, veía de rival quien tenia posibilidad de bailar con la nativa. Pero suerte de invitado y no colado, la ligó por ser prima del casado

    ResponderEliminar
  3. Es difícil poder precisar cual es la pronunciación verdadera de ciertos términos y hasta del propio nombre del idioma, por tratarse de una lengua sin escritura que fue diseminada por numerosos asentamientos andinos, llanuras y hasta islas de la región occidental del continente. Al no tener escritura, y al no haber comunicaciones entre los asentamientos remotos, uno puede imaginarse que cada población introdujo deformaciones al lenguage qin que hoy se pueda determinar cual es la verdadera forma de pronunciar o escribir ciertos términos.
    En el altiplano boliviano y peruano la gente le llama quechua (incluyendo las provincias limítrofes del noroeste argentino. En Santiago se le llama quichua y los habitantes de la Isla Tortuga lo escriben como Kichwua. A propósito, esta gente llama a la madre tierra "allpa mama".
    Nuestros comprovincianos de la zona "quichuista" santiagueña sostienen que poco entienden al "quechua" de los bolivianos, y sugieren que para ellos el de los vecinos del norte es el verdadero.
    Yo no creo que amerite tomarse muy en serio cómo se pronuncien o escriban ciertos términos por las razones expuestas al principio de este comentario. El Aimara (o aymara, o aimará) es otro caso similar por la condición de lengua ágrafa (sin escritura), a la cual los bolivianos no solo le inventaron una escritura, sino que además el gobierno de Evo Morales impuso que fuera el idioma oficial de los documentos escolares. Como conecuencia de ello la libreta de calificaciones y documento de graduación de curso de mi hijo no se entendían ni un pomo, y cuando quisimos anotarlo en el colegio en otro país, luego de un traslado laboral, tuvimos que pasar las mil y unas para validar ese mamarracho.
    No.....con esos idiomas primitivos no vale la pena discutir sobre su gramática.


    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

TRENES Voces de madrugada

Johny Barrionuevo canta en el Urquiza Un cantor santiagueño recorre el Roca llevando canciones del alma, recuerdos del pago y la memoria de los amigos que quedaron atrás Todos los días salgo de mi casa, Pellegrini 1458, Burzaco, bien de madrugada. Trabajo en el tren Roca, pero no soy ferroviario. Soy el que ameniza el viaje de los pasajeros, cantando canciones que quizás les quedaron prendidas en el alma como abrojo en la tira de las zapatillas, y les recuerdo su infancia, su juventud, allá lejos, algún bosque norteño, con los parientes que se quedaron para siempre jóvenes en sus pensamientos. También voy a fiestas; me llaman para amenizar asados, celebraciones, esas cosas. Fue mucho mi penar andando lejos del pago Tanto correr pa' llegar a ningún lado Y estaba donde nací lo que buscaba por ahí. Me despierto a las cinco de la mañana y a las seis y media ya estoy en el tren, siempre cantando lo mismo. "La del Puente Carretero" y "Añoranzas" no pueden faltar; cuan...

ÉPOCA Viejos son los viejos

Un viejo Uno tiene solamente la edad que marca el almanaque: porque la juventud no es una cuestión de voluntad sino del reloj ¿De qué tiempo sos?, me preguntan a veces mis hijos. No sé, no tengo idea, respondo; de este, creo, y seguirá siendo mi tiempo hasta que me muera. Bueno, de qué tiempo vienes, aclaran, porque ahora son todos de la “generación X”, la “generación Y” o la “generación Z”. No, les digo. Vengo de una época en que a veces los hombres tomaban hasta emborracharse deltodamente y caer desmayados, pero una dama, una señorita, una mujer, a lo sumo sorbía una copita y se alegraba un poco, nada más. No como ahora, que los domingos a la mañana andan tiradas por las calles, y el lunes no sabrán qué hicieron, con quién o con cuántos ni dónde ni —peor todavía— cómo. En esos tiempos una mujer era más bella cuando más mujer era, no cuando se parecía a los hombres; a esas les decíamos “marimachos”, así, redondamente. Vengo del tiempo en que la gente se miraba cara a cara para hablar,...

ESCRITO Bienaventuranzas tucumanas

El Mollar, en Tucumán Nota exhumada del baúl de los recuerdos, sobre una inexistente vivencia en la provincia de la chancaca y la caña de azúcar Antes de que lea amigo, una necesaria explicación. Hace unos años escribía para una página tucumana, cuyo dueño me pedía que no escribiera como santiagueño, porque su audiencia era casi exclusiva de la vecina provincia. Imaginé entonces esta nota, como para mostrar mis conocimientos sobre los pagos de la chancaca. Exhumada entre los recuerdos de un archivo que no llevo, el otro día salió a la luz. La vuelvo a publicar, porque puede ser de interés para lectores de Tucson y Santiago del Esterick. Bienaventurados los que chupan caña, porque de ellos es la golosina más rica de la Tierra. Bienaventuradas las chicas que pasean por el parque 9 de Julio los domingos, porque son dueñas de la belleza más representativa de estos pagos. Bienaventurados los achilateros, que regalan felicidad a las siestas de la gente menuda. Bienaventurados los dueños de c...

HUMO Un día la calle dejó de esperarlos

Imagen de la inteligencia arificial Internet mata distribución, voces y horarios; los diarios buscan sentido propio en un mundo que ya no gira alrededor de ellos ¿Qué debería suceder para que los diarios tradicionales, en papel, recuperasen la preponderancia, la preferencia y la exactitud informativa que solían ostentar? Es una pregunta que quizá ni los mismos propietarios se hacen ya, convencidos de haber perdido la apuesta y de que una vuelta atrás es imposible. Entre otras cosas, porque se cortó el sistema de venta y distribución y cerraron casi todos los quioscos. ¿Los usuarios dejaron de leer? Es relativo. Antes, el diario se leía, a lo sumo, en una o dos horas. Hoy, alrededor del mundo, hay millones de personas no solamente leyendo, sino también mirando y oyendo lo que entregan los abonados a las redes de internet, incluyendo los famosos reels, los canales de streaming, lo que idean los youtubers, este mismo blog y millones de sitios que intentan sobrevivir en medio de una fauna ...

IRLANDA Pasará la Navidad en prisión por negarse a usar pronombres ideológicos

Enoche Burke, preso El profesor evangélico Enoch Burke no quiere referirse a un alumno como “they” y nombrarlo con otro sexo Dublín, 4 de diciembre. El docente evangélico Enoch Burke permanecerá encarcelado durante las fiestas navideñas luego de más de 480 días en la prisión de Mountjoy, en Dublín. El Tribunal Superior irlandés rechazó este viernes su última solicitud de libertad bajo fianza. Burke, de 31 años, fue despedido en 2022 del Wilson’s Hospital School, un internado anglicano del condado de Westmeath, después de negarse a dirigirse a un alumno transgénero con el pronombre “they” y el nombre elegido por el menor. El profesor argumentó que hacerlo vulneraba sus creencias religiosas cristianas. El conflicto comenzó cuando la dirección escolar ordenó al personal emplear los nuevos pronombres del estudiante. Burke interrumpió un acto público del centro para denunciar lo que calificó como “ideología transgénero impuesta”. Tras ser suspendido con goce de sueldo, el docente acudió dia...